Tal día como hoy del año 1897, hace 121 años, en el balneario de Arrasate (Euskadi), el anarquista italiano Michelle Angiolillo asesinaba al presidente del gobierno español, el monárquico conservador Antonio Cánovas del Castillo. Según la mayoría de las fuentes documentales, Angiolillo abordó Cánovas mientras este estaba sentado en un banco del balneario leyendo la prensa y le disparó tres veces a bocajarro que le alcanzaron la cabeza y el cuello y le causaron la muerte inmediata. Angiolillo sería detenido en el mismo lugar de los hechos, y en el posterior interrogatorio declararía que había asesinado a Cánovas como represalia por las torturas y ejecuciones de seis dirigentes anarquistas catalanes después del atentado con bomba en la calle de los Canvis Nous de Barcelona durante la procesión del Corpus del año anterior (7 de junio de 1896), que se había saldado con 12 muertos y 70 heridos.

El atentado del Corpus estuvo siempre envuelto en una espesa nebulosa que implicaba directamente a elementos del aparato gubernativo. La prensa de ideología republicana de la época insistió en que se trataba de un ataque de falsa bandera: el principal sospechoso de la policía, el anarquista italiano Tomàs Ascheri Fossati, fue señalado como un topo del gobernador Hinojosa Naveros infiltrado en los movimientos libertarios. Después de aquel atentado, las autoridades gubernativas librarían una cacería de personas relacionadas con el movimiento anarquista que se saldaría con centenares de detenciones y torturas, condenas en la prisión, deportaciones y ejecuciones sumarias. Mientras que, el que la investigación historiográfica considera el auténtico responsable de la masacre del Corpus, el francés François Giraud, nunca sería detenido y acabaría exiliado en Buenos Aires.

Asesinan a Cànovas del Castillo en represalia por|para las ejecuciones de anarquistas catalanes. Representación del juicio en Angiolillo (1897). Fuente Wikipedia

Representación del juicio a Angiolillo (1897) / Fuente: Wikipedia

Cánovas del Castillo había sido, con anterioridad, cinco veces presidente del Consejo de Ministros (equivalente a presidente del gobierno) y fue, con el liberal Práxedes Mateo Sagasta, una de las dos principales figuras del sistema de alternancia que marcó la política española del último cuarto del siglo XIX, conocido como la etapa de los partidos dinásticos. Las políticas de los gobiernos de Cánovas se habían caracterizado por la respuesta extremadamente violenta que utilizaban para contener los movimientos independentistas en las colonias de ultramar (Cuba, Puerto Rico y Filipinas), y para parar los movimientos obreros y republicanos en los centros industriales de Catalunya. Incluso la prensa de la época lo había acusado de formar parte de una especie de lobby clandestino que tenía el objetivo de proteger los intereses de los propietarios esclavistas de las colonias.