Tal día como hoy del año 1640, hace 380 años, Miquel de Mont-rodon —alguacil de la Real Audiencia de Catalunya—, siguiendo órdenes del virrey hispánico Santa Coloma, detenía y encarcelaba a Francesc de Tamarit —diputado militar de la Generalitat (equivalente a consejero de Interior)— acusado de no colaborar con la leva general y forzosa que había ordenado el rey hispánico. En el momento en que se produjo la detención y encarcelamiento de Tamarit, la crisis social y política entre Catalunya y la monarquía hispánica estaba cerca de su momento culminante: el Corpus de Sangre de 1640 (7 de junio de 1640).

El Dietario de la Generalitat revela que cuando el president Pau Claris y el consejero segundo Josep Fontanella tuvieron conocimiento de aquel hecho convocaron una reunión de urgencia en el Palau de la Generalitat. Tamarit no era tan sólo el diputado militar, sino que era un héroe popular: argumentando el fuero princeps namque —que impedía reclutar por la fuerza a los catalanes para luchar fuera del país— se había enfrentado al sistema de levas forzosas que pretendía imponer la monarquía hispánica a Catalunya, para la guerra con la monarquía francesa (1635-1652).

La misiva de Claris y de Fontanella, dirigida a los diputados de la Generalitat y a los consejeros del  Consell de Cent, decía: “Havent entès que lo aguasil Montredon esta tarda, casi al esfoscar, ha capturat la persona del senyor Francesch de Tamarit, deputat militar del General de Cathalunya, y pres y capturat lo ha aportat als càrcers comuns de la present ciutat, ahont està detingut, per ço, ab la major brevedat que·ns és estat possible, havem procurat juntar a vostra senyoria en aquest loch, a qui suplicam que en cas tant grave y de tanta ponderació (...) sie servit aconsellar-nos lo que devem fer y obrar".

El 22 de mayo, Santa Coloma —atemorizado por la entrada de 3.000 segadores en Barcelona— ordenó la excarcelación de Tamarit, y pretendió hacerlo pasar como un asalto a la mazmorra y una liberación ilegal. Pero el president Claris ordenaría una investigación y quedaría en evidencia la maniobra del virrey hispánico. El 30 de mayo Mont-rodon intentaría hacer estallar, definitivamente, el conflicto y se pasearía por el país maltratando la población civil, pero moriría calcinado en Santa Coloma de Farners. Y el virrey sería asesinado en extrañas circunstancias en Montjuïc, el día del Corpus de Sangre.