Tal día como hoy del año 29, hace 1.994 años, en Roma, moría Livia Drusila, que, con su esposo, Octavio Augusto —primer emperador de Roma—, había gobernado el Imperio desde Tarraco (la actual Tarragona) durante dos años (27 a.C. – 25 a.C.). En aquel momento, Tarraco era la principal base militar romana de la península Ibérica y una importante ciudad que irradiaba la romanidad sobre un amplio territorio que, siglos más tarde, serían Catalunya y el País Valencià. También en aquel momento, las legiones de Roma estaban inmersas en la lucha por la conquista de la mitad norte peninsular (Guerras Cantábricas) y por este motivo Octavio Augusto y Livia Drusila se habían establecido en Tarraco.

Livia Drusila había nacido en Roma el año 59 a.C. en una familia patricia. Estas familias se consideraban descendientes de los primeros habitantes de Roma (siglo VIII a.C.) y eran las que ejercieron el monopolio del poder político, económico y militar de la República romana y, después, del Imperio romano. Los investigadores estiman que en el momento de la plenitud del estado romano (siglos I-II d.C.), los patricios nunca fueron más de 12.000 individuos que, comparados con el millón de habitantes de la metrópoli romana, eran un grupo cuantitativamente muy minoritario, pero cualitativamente muy poderoso. Antes de casarse con Octavio Augusto, Livia había sido casada con Tiberio Claudio, enemigo político del emperador.

Durante la estancia en Tarraco, Augusto y Livia residieron en el foro provincial, un edificio de grandes dimensiones construido sobre la parte más elevada de la ciudad, que concentraba el recinto principal de culto y las dependencias del gobierno y la administración provincial. Las fuentes revelan que la estancia de Augusto y de Livia en Tarraco fue la época más feliz de su vida. Alejados de las intrigas de Roma, establecieron las bases de una oligarquía patricia filtrada (probadamente leal a su régimen político), que finalmente no consiguieron consolidar. Durante su estancia en Tarraco, Livia inició el cultivo de una imagen de belleza y maternidad que se asoció, interesadamente, al régimen imperial.