Tal día como hoy del año 1588, hace 434 años, en el puerto de Lisboa; una flota de guerra hispánica formada por 129 barcos militares y mercantes armados; dotados con una artillería de más 2.000 cañones y tripulados por 30.000 efectivos; levaba anclas y partía en dirección al Mar del Norte; donde diez semanas más tarde (a principios de agosto de 1588) sufriría una serie de clamorosas derrotas. Aquella flota hispánica, que los ingleses nombraron irónicamente "Armada Invencible" había sido botada con la misión de conquistar Inglaterra, que en aquel momento estaba gobernada por la reina Isabel I y por el partido anglicano; y que había iniciado un fuerte despegue económico y militar que, en el transcurso de los siglos posteriores, la convertiría en la primera potencia continental y mundial.

En aquella flota hispánica había una importante participación catalana, a través de las galeras catalanas y napolitanas y de barcos mercantes de comerciantes catalanes de Barcelona y de la Baja Andalucía. Pero también en el bando inglés había participación catalana. La marina inglesa, como la hispánica, estaba formada por barcos militares y mercantes. Y la nave capitana inglesa, la Rainbow, fue representada poco después luciendo las armas de los Tudor y la bandera cuatribarrada catalana en el castillo de popa. Esta representación se expone en el Museo Real de Ámsterdam. Esta presencia catalana en la marina inglesa se explicaría por la existencia de varias estirpes de comerciantes catalanes establecidos en el sur de Inglaterra desde el siglo XV.

La llamada Armada Invencible fue derrotada en sucesivas batallas en el canal de la Mancha. Las naves hispánicas, excesivamente voluminosas para maniobrar con rapidez; quedaron, siempre, rodeadas por las ágiles embarcaciones inglesas. Y el almirante hispánico Alonso Pérez de Guzmán, nunca supo reaccionar con acierto. Incluso, algunos investigadores han revelado que no salió nunca del puente de mando, porque se mareaba y no sabía nadar. La Armada Invencible hispánica fue disuelta, deambuló por el Mar del Norte, y fue duramente castigada por las tormentas marítimas. Los investigadores estiman que aquella derrota se saldó con la pérdida de la mitad de la flota y de dos terceras partes de la tripulación.