Tal día como hoy del año 1522, hace 502 años, en la ciudad de València, un pelotón hispánico comandado por Rodrigo Díaz de Vivar y Mendoza, marqués de Cenete, asesinaba a Vicent Peris, capitán general del ejército revolucionario de la Germania valenciana. El 18 de febrero anterior, un pelotón de soldados hispánicos comandado por el capitán Diego Ladrón de Guevara, que se habían introducido en el interior de la capital valenciana, incendiaron la casa de Vicent Peris y lo secuestraron cuando intentaba huir del incendio. El 4 de marzo, con la resistencia agermanada vencida y la ciudad ocupada, Cenete ordenaría que lo llevaran de nuevo a València y que lo ahorcaran delante de sus parientes y vecinos.

Vicent Peris había nacido en 1478 en Sogorb (País Valencià). Por lo tanto, en el momento en el que fue asesinado tenía 44 años. De profesión terciopelero, representaba al sector más radical de la Revolució de les Germanies valencianas, formado por los potentes gremios artesanales y las profesiones liberales de València capital, y había relevado en la dirección del movimiento al tejedor Joan Llorens (València, 1458 – 1521), representante del sector más moderado, formado por las clases mercantiles de la capital valenciana. Peris, como jefe militar del ejército revolucionario, había obtenido dos notorias victorias contra los hispánicos en Xàtiva y Gandia.

La Revolució de les Germanies valencianas (1520-1522) había sido, inicialmente, la reacción de las clases plebeyas (campesinos, artesanos y comerciantes) contra las prácticas desleales de las oligarquías urbanas (nobleza latifundista y grandes mercaderes ennoblecidos), que comprometían la existencia de los gremios, con la importación y comercialización de manufactura extranjera o con la fabricación fuera de la estructura de los gremios y en manos de personal poco cualificado. Ello había provocado un escenario de superproducción, competencia desleal y reducción de salarios, que estaba hundiendo a las clases populares urbanas del País Valencià, especialmente a las de la capital.

Posteriormente, la Revolució de les Germanies no solo atacaría a estas oligarquías desleales, sino que abogaría por convertir el País Valencià en una república independiente (inspirada en las repúblicas plebeyas y mercantiles de la península italiana, como Génova o Venecia). El asesinato de Peris no supondría, aún, el fin del movimiento, pero sí comprometería gravemente su éxito. En varias ocasiones, los revolucionarios agermanats pidieron ayuda a las instituciones de gobierno catalanas (Generalitat, consejos municipales), que desde el triunfo de la Revolució Remença (1472) estaban en manos de las clases plebeyas de la sociedad catalana. Pero nunca llegó ningún tipo de ayuda.