Tal día como hoy del año 1149, hace 873 años, los ejércitos de los condes independientes Ramón Berenguer IV de Barcelona y Ermengol VI de Urgell conquistaban la ciudad de Lleida, que durante 435 años (desde el 714) había estado en poder de varios dominios musulmanes. Primero había formado parte del emirato dependiente (714-756) e independiente de Córdoba (756-929), acto seguido del califato de Al-Ándalus, con capital en Córdoba (929-1031); después se había constituido como emirato independiente de Láreda (1031-1102); y, finalmente, había formado parte del imperio almorávide, con capital en Marrakech (1102-1147). Cuando se produjo la conquista catalana (1149), la Láreda musulmana hacía dos años que se había constituido, de nuevo, en un dominio independiente.

La conquista catalana de Tortosa (1148) y Lleida (1149) representó un golpe durísimo para las aspiraciones aragonesas. Poco antes, el rey aragonés Alfonso el Batallador había intentado, infructuosamente, conquistar estas dos importantes plazas. La cancillería aragonesa argumentaba que Turtuixa y Lárida habían formado parte de la Frontera Superior árabe (con capital en Zaragoza) y, después, del reino taifa de Zaragoza. Los monarcas navarro-aragoneses siempre consideraron aquella taifa —heredera de la Frontera Superior árabe— como su territorio natural de expansión. De hecho, durante siglos, los gobernantes árabes de Zaragoza habían sido los Banu Qasi, vinculados con lazos de sangre a las estirpes reales navarro-aragonesas de los Aritza y los Ximeno.

Después de la conquista, Lleida quedó vinculada política y administrativamente al condado independiente de Barcelona. El conde de Urgell se reservó la propiedad y las rentas de una tercera parte de la ciudad. La población musulmana —mayoritariamente de origen autóctono— fue expulsada hacia la taifa de Valencia, excepto una pequeña parte —dedicada al oficio de la construcción— que sería emplazada en el extremo sur del cercado amurallado, en una zona que tradicionalmente sería conocida como el "Ravalet dels Moros", y que corresponde, actualmente, a la calle Obradors, junto a la Catedral nueva. La nueva Lleida cristiana fue repoblada con contingentes originarios de los condados de Urgell, Pallars, Ribagorça, Cerdanya, Osona y Rosselló.

Imagen principal: Grabado medieval de Lleida. Fuente: Blog Cuál la hacemos.