Tal día como hoy del año 1897, hace 120 años, se hacía efectivo el Decreto de Agregación, que incorporaba al término municipal de Barcelona las villas de Sants, Les Corts, Sant Gervasi, Gràcia, Sant Andreu y Sant Martí. Hasta 1904 no incorporaría la villa de Horta. Y hasta 1921 no engulliría la villa de Sarrià, con sus agregados de Vallvidrera y la Santa Creu d'Olorda. El año 1897 Barcelona había superado a los 500.000 habitantes. Era la ciudad más poblada de la península, por delante de Madrid y de Lisboa. Durante los 30 años anteriores -el espacio cronológico de una generación- había más que duplicado la población y se proyectaba urbanísticamente hacia todas las direcciones del pla de Barcelona.

Con el Decreto de Agregación se ponía fin a una larga disputa, que enfrentaba los intereses de las élites políticas y económicas de Barcelona y las sociedades de los pueblos del pla, y que se había iniciado 40 años antes con el derrumbe de las murallas barcelonesas y el posterior trazado del Plan Cerdà del Eixample. Las oligarquías políticas y económicas de Madrid se mostraron muy reacias a autorizar el Decreto. Argumentaban que las élites barcelonesas pretendían arrancar de cuajo la capitalidad política del Estado español a Madrid. El alcalde Rius i Taulet, sin embargo, basándose en un precedente anterior, ejercido precisamente por Madrid, consiguió doblegar todas las resistencias.

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La plaça Catalunya con el Café Colón

Cuando se hizo efectivo el Decreto de Agregación, Barcelona ganó de golpe 70.000 habitantes (el 4% de la población del país). Gràcia tenía 40.000 habitantes. Había superado a Reus, que había sido la segunda ciudad del Principat durante los dos siglos anteriores. Y duplicaba la población de Lleida, Tarragona o Girona. Un hecho que revela la existencia de una corriente migratoria muy fuerte desde todas las comarcas catalanas hacia el pla de Barcelona que, propulsado por el fenómeno de la Revolución Industrial, cambiaba a marchas forzadas la fisonomía del país, y que popularizaría una dicha que decía "Barcelona l'han fet gran els cabalers de Catalunya", entendiendo por "cabalers" a los desheredados.