Tal día como hoy del año 1886, hace 137 años, en Barcelona, se celebraba la asamblea constituyente de la Gran Lògia Simbòlica Catalano-Balear, que fue la primera logia masónica de los Països Catalans. También, durante su existencia (1886-1939), fue una institución soberana e independiente que representaba a todos los masones de las "provincias de Barcelona, Tarragona, Lleida, Girona e Illes Balears". Así lo reconoció la organización "Gran Oriente Nacional de España", que hasta entonces se había adjudicado la exclusividad de la actividad de la masonería en el conjunto del estado español. Aquella "declaración de independencia" quedaría recogida en el Tratado-convenio de mutuo reconocimiento y amistad.

Según la "Història de la Maçoneria", que publica el Gran Orient de Catalunya, los principios que debían inspirar a la Gran Lògia Catalana-Balear eran "respetar las leyes del país (...) conseguir que Catalunya forme un Estado soberano y autónomo, sin otras limitaciones que las derivadas del contrato que suscriba y la una con los demás territorios ibéricos (...) establecer en Catalunya instituciones que garanticen la inviolabilidad del derecho humano (...) trabajar para que Catalunya tenga poderes propios, todos electivos, amovibles, responsables y separados convenientemente los unos de los otros (...) y procurar que en los demás países hispánicos se constituyan grandes logias que proclamen, sostengan y defiendan los mismos principios".

El primer presidente de la Lògia Simbòlica Catalano-Balear fue el periodista Rossend Arús i Arderiu (Barcelona, 1844-1891), destacado republicano y federalista en una época en la que el estado español era una monarquía unitaria. La Lògia Simbòlica Catalano-Balear tuvo una existencia de medio siglo, hasta que con la ocupación franquista de Barcelona (1939) las nuevas autoridades del régimen nacionalcatólico la proscribieron y sus miembros fueron perseguidos y encarcelados. Superada la etapa dictatorial (1976), los supervivientes de la Lògia Simbòlica Catalano-Balear recuperaron su actividad con la creación de la Lògia Catalana. Y en 1989 cambió su nombre por el de Lògia Perseverança y se federó con otras logias catalanas para formar el Gran Orient de Catalunya.