Tal día como hoy del año 1935, hace 84 años, se celebraba un desfile militar en el paseo de Gràcia de Barcelona: "homenaje al Ejército [...] tributo obligado de la ciudad a los que sin otro anhelo ni ambición que el cumplimiento del deber"; es decir, a los que el 6 de octubre de 1934 (hechos del Seis de Octubre) habían tomado las calles de Barcelona y, después de un intenso bombardeo, habían asaltado el Palau de la Generalitat, el Ayuntamiento y varias sedes de partidos políticos y asociaciones sindicales. Aquella intervención militar, que se saldaría con 74 muertos, 252 heridos y la detención y encarcelamiento del gobierno de Catalunya y de 2.500 personas más, llegó poco después de que el president Companys proclamara la República catalana dentro de la República federal española.

En aquel acto militar en el paseo de Gràcia, se hicieron también donativos por valor de 790.000 pesetas (el equivalente actual aproximado a cinco millones de euros) a las familias de los 28 militares y paramilitares muertos o heridos durante la ocupación de las calles de Barcelona el 6 de octubre de 1934. Según la prensa de la época, aquellos donativos procedían de una recaudación que habían organizado las autoridades militares de Catalunya. Fueron el general Federico de Miquel y Lacour, nombrado presidente de la comisión de donativos, y el ministro de Marina de la República, Juan José Rocha (del PRR lerrouxista y más adelante implicando en el escándalo del estraperlo), los quienes, micrófono en mano, repartieron el donativo.

En el mismo acto se condecoró a 101 oficiales, suboficiales, soldados de leva, guardias civiles y paramilitares que, según la nota facilitada por el gobierno civil y el gobierno militar de Barcelona, habían tenido una participación destacada en aquella operación. En cambio, no se hizo ninguna mención a las 46 personas (mossos d'esquadra, guardias de asalto y personas afiliadas a partidos políticos y sindicatos) que habían perdido la vida en los mismos hechos. Tampoco a las más de 2.500 personas encarceladas (el president y los consellers del gobierno de Catalunya, funcionarios, comerciantes y obreros), acusadas de rebelión y sedición y, en la gran mayoría de los casos, pendientes de juicio. Según la prensa, el acto se tuvo que terminar precipitadamente a causa de una fuerte tormenta.

Imagen: Govern de la Generalitat intervenida (1935) / IMHB