La demolición de la polémica ley Wert se iniciará este martes en el Congreso de los Diputados, con una proposición de ley del PSOE que pretende acabar con uno de los símbolos legislativos del Partido Popular durante los cuatro años de mayoría absoluta en las Cortes. El ministro más controvertido del Ejecutivo de Mariano Rajoy, el autor de frases tan desgraciadas como aquella en que aseguraba que había que españolizar a los alumnos catalanes, verá la situación desde su cómodo destino en París, en la embajada española ante la OCDE ubicada en la elegante Avenue Marceau 22, no muy lejos de donde tiene su residencia en un palacete de 500 metros cuadrados en la lujosa Avenue Foch

Será este movimiento parlamentario del martes el primero de la legislatura dada la anómala situación en que ha entrado la política española. No sólo por la incógnita sobre si se celebrarán nuevas elecciones sino por las trabas del gobierno en funciones al Parlamento y que han desembocado en un conflicto institucional en el que el presidente del Congreso, Patxi López, ha amenazado con llevar al Ejecutivo ante el Tribunal Constitucional por la situación de bloqueo.

El hecho de que la legislatura española empiece con el derribo del andamiaje de la ley Wert tiene un gran simbolismo. Ella sola ofrece un resumen perfecto de la anterior legislatura: Un ministro prepotente e incapaz de negociar con el resto de grupos parlamentarios lleva adelante una iniciativa parlamentaria con el único objetivo de hacer evidente que el PP tenía mayoría absoluta y podía hacer en las Cortes lo que le diera la gana. Con esta actitud altiva se distanció uno a uno de todos los grupos parlamentarios hasta que se produjo una situación poco frecuente en una cámara legislativa. Un acuerdo de todos los grupos parlamentarios para poner fin a la ley en la siguiente legislatura. Y ello empezará el martes.