En este singular mundo de la política española en que acostumbra a ganar el que más alza la voz, miente más y utiliza un lenguaje entre sórdido y mordaz, el vallisoletano Óscar Puente, ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, suele tener ventaja. Siempre al límite, se ha ido ganando la confianza de Pedro Sánchez, a quien ya le viene bien que alguien realice esta función y cope titulares llamativos en los que no se deja amedrentar. He leído este domingo en el diario Levante un titular de una entrevista que me ha llamado poderosamente la atención. Dice el ministro lo siguiente: "Las autonomías se han convertido en entes que solo piden dinero a papá Gobierno de España".
Caramba con Puente. El político socialista no sé si lo dirá por su comunidad, Castilla y León. O por alguna otra que tampoco concreta. En cualquier caso, en el caso de Catalunya, más valdría que se mordiera la lengua. Ya es insufrible cómo gestiona su ministerio la red de Rodalies y ese traspaso sobre el que ya veremos en qué momento llegaremos a tener todas las competencias, no solo unas pocas para que vaya pareciendo que el traspaso avanza, como para que, además, hable con carácter genérico sobre las autonomías y el papá Gobierno de España. O sea, el papá Puente, el papá Sánchez y los diferentes papás y mamás que tan desinteresada y generosamente se preocupan por nuestro bienestar.
Lo que los catalanes padecemos es un estado despilfarrador y por eso la demanda de un concierto económico para Catalunya
Sepa, señor ministro, que hay muchos catalanes que lo que deseamos es justamente dejar de pedir dinero a papá Gobierno de España y ser nosotros mismos los que hagamos con el dinero que generan nuestros impuestos lo que nos dé la real gana. No necesitamos de la condescendencia de alguien al que no le debemos nada y que tiene como única carta de presentación ser el responsable de que cientos de miles de catalanes no puedan organizar como corresponde su jornada laboral porque desconocen si aquel día habrá una avería y en qué momento se producirá. Sirva este dato como una muestra: Rodalies acumuló en el primer cuatrimestre del 2024, entre enero y abril, un total de 373 incidencias, tres cada día.
A los catalanes, el papá Gobierno de España nos sale muy caro. Vemos como nuestro dinero se difumina fuera de Catalunya y el déficit fiscal catalán escaló hasta los 20.772 millones de euros en 2020, subió a 21.982 millones de euros en 2021 y el Govern calculó que era un nuevo máximo histórico. Lo que los catalanes padecemos es un estado despilfarrador, y por eso la demanda de un concierto económico para Catalunya, en línea con la soberanía fiscal que tienen vascos y navarros, y que permitiría a Catalunya salir del régimen común del sistema de financiación, algo a lo que se opone el gobierno español y el resto de autonomías. No sé yo quién es el papá, ministro Puente, pero usted seguro que no.