Mensaje para despistados e ilusos: cuarenta y ocho horas después de la entrevista entre Mariano Rajoy y Carles Puigdemont se empiezan a ver los primeros resultados de la cita de la Moncloa. El ya recurrente recurso del Consejo de Ministros de los viernes a alguna ley del Parlament o a alguna resolución del Govern de golpe se ha multiplicado por tres. Y no deja de ser meritorio, ya que la actividad legislativa de la cámara catalana tampoco es de una velocidad excesiva.

La primera ley impugnada ante el Tribunal Constitucional es la del impuesto sobre viviendas vacías que ha permitido a la Generalitat recaudar un total de 11,3 millones de euros y que han hecho efectivos casi 200 entidades financieras e inmobiliarias por tener pisos deshabitados durante más de dos años. La segunda es una ley sobre gobiernos locales que pretende paliar los efectos de la ley de Racionalización de las Administraciones Locales, que implica contener el gasto en los ayuntamientos. El tercer recurso afecta a otra ley sobre la igualdad efectiva entre hombres y mujeres. Esta última ley fija diferentes políticas públicas para promover la igualdad real y fue aprobada ¡por unanimidad! en el Parlament de Catalunya.

Por lo que se puede observar, la materia es bastante variada y abarca diferentes departamentos. Los suficientes para hacerse una idea de que la decisión es sobre todo política y de interpretación de la legislación vigente. Eso sí, como dijo el ministro Catalá, los recursos hay que enmarcarlos en un clima de normalidad. Y realmente es así. Como señala el diccionario de la RAE, "normalidad" es la cualidad o condición de normal. Y, hoy por hoy, el diálogo no detiene los recursos.