El líder de En Comú Podem, Xavier Domènech, ha hecho un interesante movimiento de piezas que rescata a Podemos, al menos en Catalunya, de un cierto anonimato en que se encuentra después de su frustrante resultado en las elecciones del pasado mes de junio, en que Pablo Iglesias no consiguió su objetivo de efectuar el sorpasso al PSOE. Domènech se ha propuesto para presidir el Congreso de los Diputados, en una curiosa pirueta sobre la base de elección a doble vuelta, si ningún candidato obtiene mayoría absoluta en la primera votación. La pinza del dirigente de la formación morada tiene como objetivo apartar al PSOE del duelo final que sería, siempre supuestamente, entre un candidato de la derecha, PP o Ciudadanos, y otro de la izquierda. Lo más llamativo, sin embargo, y lo que en principio resta cierta credibilidad a su candidatura, es que parece haberla planteado más por un alarde de salir en los medios que de contar después con los apoyos necesarios para esta hipotética posibilidad.

Así, Domènech hizo el anuncio a través de un comunicado y rápidamente acudió a rematar la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau. ¿Pidiendo el voto de los socialistas? No. Señalando que Catalunya tiene la llave para disputar la presidencia del Congreso al PP y, en consecuencia, esperaban una respuesta positiva de ERC y de CiU (la U, de Unió, es de ella aunque no está con CDC) para sobrepasar a un candidato socialista. Joan Tardà, un político que no suele morderse la lengua, pidió a Colau que "no enmierde" a ERC en las negociaciones que puedan tener con el PSOE y Francesc Homs se mostró sorprendido.

Una primera consideración de carácter general: parece obvio que la Cámara está literalmente dividida en dos mitades y la izquierda y los partidos nacionalistas e independentistas deberían hacer lo posible para que PP y Ciudadanos no tuvieran en la Mesa del Congreso una mayoría que no tienen en el Parlamento. De ahí a que Esquerra y Convergència deban dar un voto gratis a Domènech por el simple hecho de ser catalán hay un abismo. ¿Qué apoyo ha dado Catalunya Sí que es Pot al Govern y a Junts pel Sí en el Parlament en lo que llevamos de legislatura en Catalunya? Claro que es legítimo intentar tumbar permanentemente al govern, como partido de oposición que son los comunes, y también votar separadamente todas las cuestiones importantes. Por no hablar de la abierta discrepancia en la hoja de ruta independentista. Eso está ahí. Otra cosa es que moleste que se diga y en aras a una hipotética política de nueva fraternidad se prefiera mirar hacia otro lado.