El consell nacional del PSC ha adoptado este martes por la noche la que puede acabar siendo una de las decisiones más trascendentes de la historia de un partido que unificó las diferentes almas del socialismo catalán en 1978. Con su decisión de votar 'no' a Mariano Rajoy como presidente del Gobierno en las dos sesiones de investidura que se celebrarán esta semana en el Congreso de los Diputados, el PSC mantiene, como ha querido destacar públicamente, la coherencia de los últimos diez meses. Pero este 'no' a Rajoy es también, por muchos paños calientes que quieran poner los dirigentes del socialismo catalán, un 'no' al PSOE, a su gestora y a su cambio de opinión en el último minuto.

No es, por tanto, una enmienda menor a la política del PSOE sino un torpedo en su línea de flotación y una declaración de intenciones a una gestora atribulada que lleva varios días amenazando a los socialistas catalanes con todo tipo de reprimendas y que ahora tendrá que gestionar la situación. Miquel Iceta para este pulso con sus hermanos mayores se ha parapetado detrás de una organización monolítica: 234 votos a favor de una resolución política con la que el PSC se ratificaba en el 'no' a Rajoy y una única abstención a la resolución. Ningún voto en contra. Un resultado casi a la búlgara que deja además a los socialistas catalanes sin ningún dirigente en condiciones de hacer de puente con la gestora del PSOE.

Por contra, el PSC puede exhibir una unidad muy alejada de la fractura que existe en el PSOE y de la votación que se produjo en su comité federal del pasado sábado. Aunque en las próximas horas se hará evidente la agresividad dialéctica del PSOE con el PSC, no parece probable que se adopten decisiones irreversibles durante esta semana, ya que la corriente que dirige la organización es partidaria de que se consume en el Congreso de los Diputados la votación diferenciada de sus parlamentarios, situación que se producirá el sábado. De todas maneras, la caja de truenos ya se ha abierto y se da por seguro que el PSC será expulsado del comité federal y de la ejecutiva del PSOE, dos órganos en los que ha tenido representantes desde 1978.

Obviamente, ningún miembro suyo se incorporará tampoco a la gestora, como acordaron hace unas semanas y aplazaron hasta después del congreso del PSC que se celebrará dentro de dos semanas. La unidad pende realmente de un hilo.