Francisco Correa parece decidido a tirar de la manta y ha empezado a explicar con detalle en la Audiencia Nacional cómo funcionaba el financiamiento del Partido Popular desde 1996, cuando llegó José María Aznar a la Moncloa. El relato explicado por Correa, su íntima relación con Bárcenas, los dirigentes del partido beneficiados, no tiene desperdicio. Pero hay un momento de su declaración judicial que Correa se deja ir, olvidando incluso su papel de comisionista: "Yo me pasaba el día en Génova [la sede del PP]. Estaba más tiempo allí [cerrando los acuerdos con ministerios y con los ayuntamientos] que en mi despacho. Era mi casa, vamos". Era su casa, dice sin ningún tipo de rubor mientras robaba millones a mansalva del erario público.

El cerebro de la trama Gürtel explica en sede judicial cómo se cobraban las comisiones del 3% y cómo se las repartía con Bárcenas, con ejemplos claros de cómo llevaba el dinero bien al partido, bien al domicilio del extesorero del Partido Popular. A estas alturas y después de los años transcurridos desde que salieron las primeras informaciones el caso, incluso ha dejado de tener un coste político para los populares, como se ha visto en las dos elecciones generales celebradas en los últimos meses y también como señalan las encuestas si hubiera unas terceras elecciones en España. ¿Es por ello, un caso a olvidar?

No debería ser así, por más que el PSOE haya decidido ponerse una venda en los ojos y caminar directo hacia la abstención en la sesión de investidura de Mariano Rajoy que se celebrará a final de mes en el Congreso de los Diputados. De hecho, incluso, Correa ha declarado que el negocio se interrumpió al hacerse cargo del PP en 2004, Rajoy y dejar Aznar el gobierno y la presidencia del partido. El grupo Correa se desplazó a la Comunidad Valenciana, donde unos meses antes había llegado Paco Camps a la presidencia de la Generalitat Valenciana, y que acabó convirtiendo en su actividad principal hasta el 2009. Y el final del relato de Correa al juez tampoco tiene desperdicio: "Yo no tenía ninguna conciencia de estar cometiendo ningún delito". Madrid, 14 de octubre del 2016.