Pues va a ser que el calendario electoral acordado el pasado viernes entre el Govern catalán y los partidos con representación parlamentaria para retrasar las elecciones hasta el 30 de mayo aún puede saltar por los aires y volver a la casilla de salida, el 14 de febrero. Este lunes, a primera hora de la tarde, se reune la cúpula de la patronal del Foment del Treball, convocada de manera extraordinaria el mismo sábado con un único punto de debate encima de la mesa: recurrir al Tribunal Superior de Justícia de Catalunya (TSJC) el aplazamiento electoral decidido y volver a situar el día de votación el 14 de febrero. El recurso de Foment ante el TSJC haría innecesario que el PSC, el único partido que se ha opuesto al aplazamiento, tuviera que mojarse más allá de las declaraciones en contra que ha venido haciendo en las últimas fechas.

La patronal catalana se convierte así en el invitado imprevisto que puede hacer trizas los pactos políticos y dar entrada en el terreno de juego al TSJC, que, después de prender la mecha para la inhabilitación del president Quim Torra, que acabaría recogiendo el Tribunal Supremo, una circunstancia que hace que Catalunya esté sin president por colgar una pancarta en el Palau de la Generalitat, tendría en su mano suspender las elecciones postergadas.

El president de Foment, Josep Sánchez Llibre, va a encontrar una irritación importante de varios miembros de su comité ejecutivo en la reunión, por lo que desde la patronal se entiende que es una decisión injustificada que comportará consecuencias muy negativas para la economía. Sectores como los del comercio, la hostelería o la restauración son firmes defensores del recurso al TSJC. Desde la patronal también ya se ha hecho una prospección jurídica para ver si el recurso tiene argumentos ganadores y la respuesta ha sido positiva.

Habida cuenta de que el retorno electoral al 14 de febrero no es tan sencillo, ya que hay procesos como el voto por correo que ha quedado en una especie de limbo con la nueva convocatoria, el TSJC, si recibe el recurso de Foment, debería pronunciarse con una cierta celeridad, incluso esta misma semana. ¿Lo podría denegar? Sí, es una opción, pero no la más probable. Si toma otro camino el TSJC, no hay que descartar nada, ya que se entra en un terreno desconocido. ¿El 14? ¿O el 21 porque algunos plazos legales en todos los procesos electorales ya habrían pasado? ¿Tomando declaración al Govern por el aplazamiento o saltándoselo? ¿Con acusaciones o sin ellas?

No hay hoja de ruta, ya que no hay precedentes. El anterior aplazamiento de las vascas y las gallegas del abril del pasado año no las recurrió nadie y, por tanto, no hubo ningún pronunciamiento judicial. Pero en Catalunya ya hay precedentes en que la justicia ha dado más de una muestra de no moverse en la superficie de los problemas cuando afecta al independentismo.