El juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 11 de Madrid decidirá en la mañana de este viernes sobre el recurso que pide la suspensión de la orden cursada por la delegada del Gobierno en Madrid, Concepción Dancausa, que prohíbe la exhibición de banderas esteladas en el estadio Vicente Calderón y para cuyo estricto cumplimiento se ha dado traslado a los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado. Son muchos los que consideran que la decisión de la Delegación del Gobierno es jurídicamente inconsistente, ya que vulnera la libertad de expresión y que tampoco se pueden alegar razones de seguridad como inopinadamente ha hecho Dancausa. No nos engañemos, la decisión ha sido política y el Gobierno español en funciones no hace otra cosa que atropellar derechos de los ciudadanos reconocidos en la Constitución.

La estelada no es una bandera ilegal y tiene el reconocimiento del Parlament de Catalunya, que en enero de 2014 aprobó una resolución que reconoce a esta enseña "como símbolo que representa un anhelo y una reivindicación democrática, legítima y legal de Catalunya". No he encontrado un recurso del Gobierno español a la resolución de aquel momento y que contó con los votos de todas las formaciones políticas representadas en la cámara catalana, excepto el PP y Ciudadanos. El Ejecutivo español, tan poco amante de que se hable en el extranjero de las demandas de independencia de Catalunya que incluso ha nombrado dos embajadores especiales para boicotear la acción de la Generalitat, tiene un trabajo extra después de que numerosos medios internacionales se hicieran eco inmediatamente de su sorprendente decisión en este asunto. No son elogios precisamente lo que ha recibido.

El presidente de la Liga Profesional de Fútbol, Javier Tebas, que militó en su juventud en Fuerza Nueva, quien dice seguir pensando lo mismo y que el pasado mes de febrero declaró que a veces echaba de menos un Le Pen a la española y que aún conserva el cargo -los clubs de fútbol no han sido capaces de proponer su cese, para vergüenza de todos y cada uno de ellos-, ha señalado que las esteladas son símbolos de "destrucción de España". También ha dicho que comparte, obviamente, la prohibición. En su juventud hubiera podido llegar a asegurar que las esteladas eran armas de destrucción masiva. ¡Qué pena! ¿Qué país!