Es obvio que las declaraciones del exjuez y hoy senador Santi Vidal son un error. Y son un error mayúsculo. Seguramente, también son mentira y son producto básicamente de un exceso de lucimiento en el escenario al calor de los aplausos, tras una de sus múltiples intervenciones. No es aceptable que propague impunemente que el Govern ha obtenido de manera ilegal todos los datos fiscales de los catalanes y que aborde estas delicadas cuestiones como si estuviera en la tertulia de un café. La política no es eso. No debería ser eso. Y los tiempos no están para excesos verbales que lo único que consiguen son distorsionar la verdad y provocar descrédito del Govern.

Por su formación jurídica y su anterior oficio de juez -del que, por otro lado, fue injustamente inhabilitado por el CGPJ por preparar en sus horas libres un proyecto de Constitución catalana- es el primero que debería saber la extrema prudencia con la que debe manejarse en un terreno que primero desconoce y del que en el mejor de los casos habla de oídas; y, después, que no admite matices cuando en su boca coloca la palabra "ilegal" en una acción que lleva a cabo el Govern. 

El estupor de la totalidad de miembros del Ejecutivo catalán por las declaraciones de Vidal está más que justificado, sobre todo porque atenta a una de sus líneas argumentales durante todo este tiempo: la defensa a ultranza de su pulcritud jurídica en todo el proceso. Y afecta también al trabajo del jurista Carles Viver Pi-Sunyer, comisionado para la Transició Nacional, exvicepresidente del Tribunal Constitucional y la persona en que la Generalitat ha hecho descansar todo el entramado jurídico hacia la independencia de Catalunya. Pero también porque nada de eso se ajusta a la realidad por más que Vidal haya querido elucubrar. En ninguna reunión del Ejecutivo catalán ha sido abordada esta cuestión y Economia lo ha negado por activa y por pasiva. Pero nada de ello parece ser importante después de haber oído a Vidal en pleno estallido de incontinencia verbal. Es una lástima. Y tendrá consecuencias.