La preocupación del Departament de Salut por la evolución de los indicadores del coronavirus de los últimos días debería encender una señal de alerta en la sociedad pensando, sobre todo, en la necesidad de que el verano que ya casi está aquí no acabe descarrilando. O incluso que sectores empresariales que empiezan a ver la luz después de casi 15 meses de sufrimiento tengan que dar marcha atrás. Es más necesario que nunca tener presente que no ha acabado nada y que el virus sigue por aquí, con variantes, como la india, conocida como delta, que cada vez provocan más inquietud.

Pero junto a la necesaria reflexión de todos nosotros es también importante que la administración haga dos cosas: insistir lo máximo posible en la necesaria vacunación en aquellas franjas de edad en las que, pese a estar en marcha desde hace unas semanas, hay demasiada lentitud a la hora inmunizarse y apretar lo máximo posible en la vacunación de las franjas más jóvenes, una vez se ha abierto, finalmente, sin ninguna restricción de edad. Esta era una demanda que se había efectuado desde hace semanas temiendo el contagio que se preveía en los jóvenes y que estaba este martes en 251 casos cada 100.000 habitantes entre 20 y 29 años y ocho puntos menos entre los de 12 y 19 años. Casi dos veces y media de lo que es la media de Catalunya contando todas las franjas de edad.

Las previsiones indican que durante los próximos días estos indicadores no bajarán y que los 3.500 contagios diarios, el riesgo de rebrote en 146 y el índice de contagio en 1,42 son preocupantes. El presidente del Col·legi de Metges de Barcelona, Jaume Padrós, una voz siempre a escuchar durante esta pandemia, no ha tenido reparo alguno en señalar que si no fuera por la vacuna, ahora se tendría que volver a un confinamiento domiciliario como el de la primavera del pasado año.

Por suerte, la vacuna sí que está y lo que hay que hacer es acelerar su administración lo máximo posible y sensibilizar a los no vacunados. La cifra de 4,1 millones de catalanes con primera dosis y 2,5 millones con toda la pauta completa administrada son datos que evidencian que el proceso se está llevando a cabo positivamente, aunque en los últimos días el virus avanza a mayor velocidad que la vacunación.

La movilidad que se espera para las próximas ocho o nueve semanas y que afectará de lleno a la franja de edad por debajo de los 29 años que hoy se abre y la de 40 a 45 años, en la que queda mucha gente por vacunarse, obliga a la administración a acelerar este mes de julio como sea, aunque los recursos no sean nunca tantos como los deseados.