Primero fue el Govern. Después el Parlament. Más tarde los funcionarios. Y, ahora, los alcaldes. El nuevo objetivo del Gobierno español no es otro que la máxima autoridad de los 947 municipios que hay en Catalunya. A ellos se ha dirigido específicamente Mariano Rajoy desde Polonia ante el compromiso público que han empezado a firmar decenas de alcaldes y alcaldesas comprometiéndose a ceder instalaciones municipales para el referéndum del próximo 1 de octubre.

El acto de este sábado en el paraninfo de la Universitat de Barcelona convocado por las dos asociaciones municipalistas, la AMI y la ACM, pretende evidenciar el apoyo institucional de cientos de municipios al Govern y engrasar la maquinaria para la doble convocatoria del próximo martes. Primero, los grupos parlamentarios de Junts pel Sí y la CUP darán una explicación pública por la mañana, en el Parlament, de la parte legislativa de la desconexión, y, por la tarde, el Govern explicará los detalles.

A medida que pasan los días y se van cubriendo etapas en la preparación y explicación del referéndum están pasando algunas cosas absolutamente habituales en este tipo de procesos. Todo el mundo tiene que posicionarse y es normal que sea así. Hace seis meses no era necesario ya que todo quedaba mucho más lejos. Además, el debate entre referéndum sí y referéndum no ha situado la confrontación dialéctica y política -no la jurídica, que no se ha movido del carril- en un bloque de mayorías diferentes en Catalunya y en la comunidad internacional. En Catalunya ya se sabe, entre el 70% y el 80% de los catalanes quieren votar. En el extranjero, el editorial del The New York Times y el amplio dossier del Financial Times han marcado un antes y un después en la prensa mundial con la opinión de dos medios de referencia. El think thank de referencia de la CDU alemana, la Fundación Konrad Adenauer, ha señalado que la solución hay que encontrarla más allá de la Constitución. Este último pronunciamiento del bastión intelectual de la canciller Merkel, por más que ha querido ser reinterpretado por su relator, dice lo que dice. Otra cosa es que tampoco haya gustado al PP y haya habido sus más y sus menos entre estos y la oficina en Madrid de la fundación.

También han hablado por medio de un manifiesto un centenar de partidarios de la siempre fallida tercera via que han pedido al Govern que retire el referéndum y vuelva a negociar como en los años del peix al cove de Jordi Pujol. Una propuesta que a estas alturas tiene un recorrido limitado aunque sus entre sus firmantes haya ex que hayan sido muchas cosas y, entre ellos, alguno de los responsables directos del desaguisado, como el ex vicepresidente del Tribunal Constitucional Eugeni Gay, uno de los magistrados que dictó la sentencia contra el Estatut. Hombre, Gay, ¿mejor en discreto silencio, no?

Por el lado de los defensores del referéndum se han pronunciado estas últimas horas el presidente de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart, y el vicepresidente del Govern, Oriol Junqueras. El primero, para recordar a las instituciones que no aceptarán amenazas ni se harán cómplices de dilaciones ni rebajas del mandato democrático que no es otro que hacer efectiva la independencia si gana el sí. Y el segundo, para tratar de desbaratar las intoxicaciones que se publican a diario sobre las divisiones en el mundo independentista, donde, obviamente, hay posiciones divergentes pero unidad entre el president y vicepresident sobre los pasos a dar. "Iremos juntos hasta el final", ha dejado escrito Junqueras.