Una filtración en la web suiza de Amnistía Internacional ha permitido saber, con 72 horas de antelación, que el próximo martes harán público un documento pidiendo la libertad inmediata de los dos líderes sociales Jordi Sànchez y Jordi Cuixart y que la entidad efectuará una severa crítica de la sentencia emitida por el Tribunal Supremo y de una manera muy especial a la condena de 100 años y la acusación de sedición. Después de un mes de análisis de Amnistía Internacional ―una organización que se define a sí misma como global e independiente, formada por más de 7 millones de personas en más de 150 países, que actúa contra la injusticia defendiendo los derechos humanos en todo el mundo― el texto filtrado en francés es inequívoco y supone un nuevo revés contra la justicia española.

La comunicación de AI se produce en un marco en el que numerosas entidades internacionales de derechos humanos han puesto el grito en el cielo por la sentencia del Supremo y después que el pasado jueves los observadores internacionales que siguieron el juicio presentaran su informe definitivo con unas duras conclusiones finales de las vulneraciones cometidas durante el mismo. La plataforma International Trial Watch concluye que se ha roto claramente el principio de legalidad constitucional y se ha vulnerado la legalidad penal, el derecho a la libertad, la libertad de expresión, la libertad ideológica, de reunión pacífica, participación política y un proceso con todas las garantías.

Si a todas estas condenas internacionales se añaden los tropiezos de la justicia española cada vez que plantea una orden de extradición o la detención inmediata de los líderes independentistas residentes en el extranjero; o, sin ir más lejos, el posicionamiento del abogado general de la Unión Europea sobre el acta de eurodiputado de Oriol Junqueras y por extensión, previsiblemente, del president Puigdemont y del conseller Toni Comín ―a partir de enero además Clara Ponsatí―, el aislamiento de la justicia española solo hace que reforzar la idea de que el juicio tuvo mucho de escarmiento al independentismo y poco de justicia.

Vale la pena tener en cuenta todo esto porque el lunes se vivirá un nuevo episodio con el juicio en el TSJC al president Quim Torra por una pancarta en el Palau de la Generalitat. El objetivo no es otro que inhabilitarlo por desacato y, en la práctica, alterar la legislatura catalana. La justicia española sigue con el president Torra el camino ya iniciado con Puigdemont y con Mas, y que a la vista está su fracaso. Quizás alguien en La Moncloa debería hacer un balance de daños antes de seguir por este camino si quiere sacar adelante la investidura de Sánchez con apoyos independentistas.