Uno de los objetivos de la recentralización del poder político español ha sido por un lado intentar que el mayor número de grandes empresas trasladen su sede central a la capital de España y por otro que en situación de crisis fueran absorbidas por una empresa de fuera de Catalunya. Ha habido muy pocas que no hayan sido tentadas de traslado por el Gobierno español y algún día se explicará, quizás, cómo se han sentido en algunos momentos. Por errores propios y también por intereses, eléctricas como Enher o Fecsa acabaron en manos de Endesa o una entidad financiera como Banca Catalana acabó deglutida por el desaparecido Banco de Vizcaya. O ahora, más recientemente Caixa Catalunya ha acabado en el Grupo BBVA mientras Bankia ha podido hacer una travesía en solitario hasta la fecha y salir de la crisis gracias a las ayudas públicas.

Por eso tiene mucho mérito que empresas reguladas como Gas Natural o Abertis hayan conservado su personalidad catalana al tiempo que han ido creciendo en dimensión y con no pocas ofertas para asentarse en Madrid. Lo mismo se podría decir del potente grupo financiero de La Caixa o del Banco de Sabadell. A veces esto se olvida en el fragor de otras batallas que sin duda también se viven, como es normal, en el seno de cualquiera de estas empresas. Al lado de éstas hay otras que afectan al sector farmacéutico, editorial o de la moda que bien podrían ser igualmente citadas.

En una de ellas, Gas Natural Fenosa, se producirá hoy un cambio en la presidencia que supondrá la salida de Salvador Gabarró y la llegada de Isidre Fainé. Gabarró, con 81 años, hacia tiempo que estaba en un período de descuento en la gasística, de un cargo al que llegó en 2004. Hoy la empresa tiene poco que ver con la de hace doce años tanto en volumen de negocio como en su diversificación en sectores que le eran ajenos como el eléctrico. Con Fainé al frente es seguro que la compañía no se va a quedar de brazos cruzados con la posición que ocupa actualmente. Su opción de optar por la presidencia de la Fundación Bancaria La Caixa y de CriteriaCaixa, abandonando por tanto la presidencia de CaixaBank, de acuerdo con la incompatibilidad legal vigente, encaja perfectamente con su último movimiento y con su vocación de liderazgo permanente. Porque una de las características de Fainé por allí donde ha pasado ha sido no quedarse quieto, ni expectante.

No hace tanto tiempo, en una conferencia en Madrid, y ante más de mil directivos y ejecutivos de empresas españolas definió así el liderazgo: "El líder no se limita a seguir el camino que marca la opinión general. Es él quien se pone al frente, define el lugar al que llegar y decide el modo de hacerlo. De esta actitud no cabe abdicar al más mínimo contratiempo o dificultad". Unas palabras que no solo sirven para la empresa pero que retratan una manera de actuar y de hacer.