La decisión de la Delegación del Gobierno en la Comunidad de Madrid de prohibir la presencia de esteladas en el estadio Vicente Calderón durante la final de la Copa del Rey, que disputarán el F.C. Barcelona y el Sevilla el próximo domingo, es un acto arbitrario, un insulto a la libertad de expresión y una provocación a los catalanes que pacífica y democráticamente han hecho también suya esta bandera, como la senyera. Jueces, fiscales, partidos políticos, el F.C. Barcelona, colectivos de abogados, asociaciones... la lista de los que han alzado su voz ante el desatino es interminable. El president de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha anunciado que no asistirá al partido si no se levanta la prohibición. Incluso, el presidente del grupo parlamentario popular en el Parlament, Xavier García Albiol, la acogió con desagrado. Ha habido miopía política en el Gobierno español, algo que, por otra parte, no es nuevo y se reproduce invariablemente en cada ocasión que se abordan cuestiones que tienen que ver con Catalunya.

Si alguien pretendía con esta decisión dar un golpe de autoridad contra la repetición de pitidos contra el himno español en la final de la Copa del Rey es muy probable que el tiro le haya salido por la culata. Además la Delegación del Gobierno con su decisión, que los tribunales deberían tumbar en los recursos que hay en marcha, introduce un peligroso elemento de inseguridad en un acontecimiento deportivo que movilizará a decenas de miles de personas el próximo fin de semana. De las últimas cinco finales celebradas y sin contar con la de este año, el Barça ha disputado cuatro. En ninguna ha habido incidentes, en ninguna se ha adoptado una decisión como la de este año y en ninguna ha habido ninguna queja del más mínimo conflicto entre aficiones. ¿Entonces, a qué se debe esta decisión?

¿Puede haber alguien pensando que con una campaña electoral por delante esta decisión reforzará el voto del PP en España? ¿O, simplemente, es producto de la mala fe y el desconocimiento más absoluto? Tan solo la delegada del gobierno en Madrid, Concepción Dancausa, puede responder de los motivos, desconocidos, aunque sus credenciales políticas ofrecen alguna pista. Perteneciente al sector duro del PP, sí ha autorizado, en cambio, que el centro de la capital española acoja el sábado una manifestación convocada por el colectivo neonazi Hogar Social Madrid bajo el lema "Defiende España, defiende a tu gente". Pero claro, para Dancausa, los violentos son los que llevan esteladas.