Un escándalo de dimensiones aún imprevisibles ha estallado el seno del Gobierno español, del Partido Popular y también de la Oficina d'Antifrau de Catalunya justo en la recta final de la campaña electoral del 26-J al hacerse pública una grabación entre el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, y el director de la OAC, Daniel De Alfonso, en la que ambos conversan para preparar escándalos contra ERC y CDC. Las grabaciones que también han sido dadas a conocer marcan un punto de inflexión en las acusaciones que hasta la fecha habían denunciado los dos partidos independentistas ya que sorprende el diálogo que protagonizan Fernández Díaz y De Alfonso. El hecho de que las dos conversaciones tuvieran lugar en las fechas previas al referéndum del 9-N, aquella consulta participativa que desbordó al Gobierno español, pone en evidencia el enorme interés del Estado por desacreditar a políticos com Oriol Junqueras, Francesc Homs (entonces conseller de Presidència) y Felip Puig (entonces conseller de Empresa i Ocupació).

Previsiblemente, el efecto bumerán de unas acusaciones tan graves no ha hecho más que empezar, a cinco días de la cita con las urnas, por más que la ola expansiva amenaza con causar estragos importantes. La campaña del PP padecerá las consecuencias en toda España y en Catalunya de una manera muy concreta al ser el ministro del Interior su número uno por Barcelona. Después de cuatro años de enorme tensión entre los gobiernos español y catalán a raíz del proceso independentista, Jorge Fernández es el protagonista de una conversación que sencillamente es sorprendente por el tono que utiliza y las preguntas que realiza. Es necesario algo más que una explicación superficial como la que hasta ahora ha ofrecido. En el caso de De Alfonso, es previsible que el Parlament inicie de inmediato el procedimiento legislativo para removerlo del cargo, para lo que es necesario el apoyo de las tres quintas partes de la Cámara.

La reacción de los partidos afectados, incluido el gobierno catalán, evolucionó desde la estupefacción al enojo y acabaron la jornada pidiendo la dimisión de Fernández Díaz. La presidenta del Parlament, Carme Forcadell, ha anunciado que la Mesa debatirá este miércoles las medidas a adoptar. No estamos ante un caso menor ya que las acusaciones son muy graves y la situación impropia del cargo que ocupan los implicados. Aunque ambos se aferran a la difusión de una conversación privada y al respeto que merecen, la divulgación de la misma les emplaza a unas explicaciones públicas que aparentemente no son fáciles de ofrecer. Si es así, su continuidad puede acabar siendo muy difícil.