El cabeza de lista por Barcelona de Esquerra Republicana de Catalunya en las elecciones del pasado 26 de junio, Gabriel Rufián, ha declarado que irá a la Moncloa a reunirse con Mariano Rajoy para "sacarle los colores" por las conversaciones conocidas entre su ministro del Interior en funciones, Jorge Fernández Díaz, y el exdirector de l'Oficina Antifrau, Daniel de Alfonso. También irá a la Moncloa Francesc Homs y a buen seguro le planteará la cuestión al presidente del Gobierno en funciones. El caso Fernández Díaz continúa siendo una cuestión nuclear en la política catalana y lo será también en la española en la medida que Ciudadanos mantenga su rechazo absoluto, como ha declarado, a que Rajoy, Fernández Díaz y Montoro sigan en el nuevo Ejecutivo español si un candidato del PP supera la investidura.

Aunque esta semana PSOE y C's han rechazado en la Mesa del Congreso la comparecencia del ministro, a partir del día 19, con el nuevo Congreso de los Diputados constituido, difícilmente lo podrán evitar. Hay cosas que caen por su propio peso. Así, no hizo falta ninguna declaración de la Casa Real para conocer que en la entrega de los premios Princesa de Girona se le había hecho llegar al ministro del Interior una sugerencia clara para que no asistiera como representante del Gobierno español. Fernández Díaz había estado presente estos últimos años en el acto más importante de la Corona española en Catalunya y tan solo faltó en 2013, ocupando su sitio la ministra de Fomento Ana Pastor. De hecho, ha sido una práctica habitual en las visitas de los Reyes, antes príncipes, y también del Rey emérito, a Catalunya que fuera Fernández Díaz el ministro de jornada.

Los fontaneros que negociaban la composición de la comitiva con la Casa Real intentaron revertir esta situación hasta que al límite del mediodía cedieron y el Gobierno envió a un secretario de Estado de Educación, una situación que tampoco acostumbra a ser normal. No hubo por tanto fotografías incómodas ni se echó leña al fuego a una visita que ya tenía de por sí la complejidad que tienen todas las visitas de los Reyes a Catalunya y especialmente a la ciudad de Girona. En este contexto, Rufián y Homs irán próximamente a la Moncloa. Y como ninguno de ellos se traerá el más mínimo compromiso sobre el referéndum que se reclama desde Catalunya, al menos, estaría bien la reprobación más absoluta a unas formas impropias de un país democrático. Pero mucho me temo, que tampoco.