La situación crítica que atraviesa la Conca d'Òdena ha llevado en la noche de este miércoles al Govern de Catalunya a que los consellers de Interior y Salut firmen una resolución ampliando las restrictivas medidas de confinamiento aprobadas hace quince días y prorrogarlas dos semanas más. Es evidente que cuando se salta de la fase 1 a la fase 2 es porque la situación no ha evolucionado como se hubiera podido esperar y que son necesarias medidas aun más drásticas para luchar contra el coronavirus.

Igualada, Vilanova del Camí, Santa Margarida de Montbui y Òdena son, desde hace muchos días, la zona cero de lucha contra la pandemia en Catalunya. Sus estadísticas de infectados y víctimas mortales reflejan, como detalló el conseller Buch, que es donde se ha producido la tasa de mortalidad más alta por el coronavirus. Más elevada que la de la Lombardía, en Italia, o que la de la Comunidad de Madrid. Existe, además, un riesgo latente de propagación no a otras poblaciones del entorno sino entre los propios vecinos de los municipios afectados. Falta ahora, para que no quede en papel mojado, que esta percepción del Govern de que las medidas actuales en la Conca d'Ôdena son insuficientes sea asumida por el Ejecutivo español y el mando único, que ha centralizado todas las decisiones y asumido todas las competencias.

No es extraño estos días empezar a notar un agotamiento entre la ciudadanía por las medidas de confinamiento voluntario. Y la combinación de noticias de que la detención de la propagación del virus es insuficiente y el avance de la crisis económica empieza a tocar muy de cerca a cientos de miles de catalanes. Por eso es tan importante que sean rápidas las medidas económicas que están perfectamente claras, las más efectivas y directas, desde la renta básica universal, hasta el apoyo a los autónomos, pimes y empresas con créditos pero sobre todo con liquidez inmediata y pasando por el aplazamiento de impuestos y alquileres.

Si no se hace así, al quasi colapso sanitario actual se añadirá una angustia económica insufrible para la ciudadanía.Y en eso sí que el Estado será el principal responsable sin ningún género de dudas.