El próximo jueves, 1 de enero, entrará en vigor la obligatoriedad de llevar en el coche una baliza V-16 como único dispositivo de señalización obligatorio y válido en casos de accidente. Es un cambio importante y sometido a mucha discusión entre expertos en temas de seguridad vial que consideran que a la iniciativa le falta aún un período de reflexión y otro de adaptación para solventar todas las dudas que están surgiendo, que no son pocas y de índole muy diferente.
Algunas tienen que ver con la falta de luminosidad en alguna de las balizas homologadas y que se han puesto a la venta. Otras dudas guardan relación con las balizas que han perdido la homologación inicial que tenían y que han pasado a ser consideradas ilegales. Esta mañana, en una emisora de radio, se le planteaba a un alto cargo de la Dirección General de Tráfico (DGT) qué tipo de consecuencias tenía su manipulación para las personas que llevan marcapasos, por ejemplo, o desfibriladores. Se quedó en blanco y solo atinó a contestar que era la primera vez que se le preguntaba.
¿A qué viene esta urgencia, cuando ningún país de la Unión Europea lo ha puesto en vigor?
Lo cierto es que en la baliza V-16 se indica como algo a tener en cuenta y vigilar. Pero nadie lo ha tenido en cuenta. Los médicos recomiendan que los pacientes con marcapasos o desfibriladores no se acerquen a menos de 10 o 30 centímetros de las balizas porque es peligroso. ¿No hubiera tenido la DGT que primero interesarse, después preocuparse y finalmente comunicarlo? ¿A qué viene esta urgencia, cuando ningún país de la Unión Europea lo ha puesto en vigor?
En Catalunya, además, el Servei Català de Trànsit ha señalado que sancionará a los conductores que no la lleven y que no habrá ninguna moratoria en la aplicación de la norma, a pesar de que la Dirección General de Tráfico (DGT) asegura que no impulsará controles específicos ni una campaña inmediata de multas en el resto del Estado. ¿Por qué este afán recaudatorio? Muchos expertos han señalado que valía la pena un período transitorio, hasta el verano, por ejemplo, para informar y concienciar a los conductores. De hecho, Trànsit pidió esta moratoria y la DGT no lo consideró necesario. Ahora, se giran las tuercas: los primeros multarán y los segundos harán durante un tiempo la vista gorda.
La sanción por no disponer del dispositivo será de 80 euros, una cantidad importante sobre todo porque aún está por probarse que es mucho mejor que el triángulo que llevan todos los coches. El director de Trànsit, Ramon Lamiel, daba las siguientes indicaciones: en caso de avería, la baliza debe colocarse en el techo del vehículo con la mano por la ventanilla, sin salir del coche. Una vez realizada la señalización, hay que abandonar el vehículo con chaleco reflectante por el lado más seguro, protegerse en una zona alejada del tráfico y llamar al servicio de asistencia o al teléfono de emergencias 112.
La ley solo obliga a llevar un chaleco reflectante, y ¿qué sucede en un coche con cuatro pasajeros? ¿O en uno con tres, uno de los cuales es un niño de meses? ¿Y si está lloviendo o amenaza tormenta? ¿Cómo sabrán los pasajeros lo que tienen que hacer? No todo es tan sencillo como dice el papel o las instrucciones dadas desde un despacho. Eso sí, lo que está claro es que hay que comprarlo, y si no uno se arriesga a una multa. Lo demás vendrá con el tiempo. O no.