Vivir en Barcelona es un 13% más caro que el coste de vida medio en todo Catalunya. Así lo indica el estudio 'El coste de la vida a las Comunidades Autónomas, Áreas Urbanas y Ciudades de España,' que estima las diferencias del coste de la vida y del riesgo de pobreza entre las Comunidades Autónomas, áreas metropolitanas y ciudades del Estado, teniendo en cuenta el coste de la vida en cada uno de estos territorios.

Los autores han desarrollado una metodología que estima cuál es la Paridad de Poder Adquisitivo (PPA) de cada región y atribuye una puntuación de 107,6 en Catalunya, 120,9 en Barcelona ciudad y 113,6 enl conjunto de Barcelona y el área metropolitana. Eso quiere decir que en la población catalana una misma compra le sale un 7,6% más cara que en la media de España, mientras que en la población residente en Barcelona paga hasta un 20,9% más.

Ante la publicación de este estudio, El concejal de Presidencia de lo Ayuntamiento de Barcelona, Jordi Martí, ha señalado que el estudio aporta "un tercer nivel" a todo lo que se sabía hasta ahora, que es que el coste de la vida es diferente y a la ciudad de Barcelona y en la región metropolitana es superior que el coste de vida en Catalunya. Eso, según Martí, plantea la obligación "de afinar las políticas públicas en esta dimensión". "Si el coste de la vida es más alto en Barcelona, el salario tendría que ser superior porque vivir en este entorno es más caro para la cesta de precios y la vivienda", afirma al concejal.

Catalunya y Barcelona, menos ricas

El estudio toma como referencia los datos del 2017 y se fija en cómo se altera el ranking de las comunidades autónomas y las ciudades según la renta familiar disponible si se tienen en cuenta factores como el precio del alquiler o de la cesta de compra. Es decir, se corrige la renta de acuerdo con el indicador PPA. Tanto a escala de las Comunidades Autónomas como en el ámbito urbano, Catalunya y Barcelona han perdido posiciones.

Eso hace que la renta familiar disponible per cápita en Catalunya pase de los 13.338 a los 12.398 euros y caiga tres posiciones en el ranking, pasando de ser la tercera comunidad autónoma más rica a ser la sexta. Si la misma lógica se aplica a nivel urbano, la ciudad de Barcelona también ve disminuida su renta y pasa de la segunda posición en el ranking de ciudades en el Estado, con una media de 15.755 euros de renta familiar disponible, a la cuarta posición con 13.028 euros.

La Comunidad de Madrid también experimenta una bajada de posiciones significativa y pasa de ser la cuarta comunidad más rica a ser la decena, una vez se ajusta el dato de acuerdo con el coste de vida. Por el contrario, la misma variable territorial hace que otras autonomías, como Baleares, suban en el ranking, ya que las islas pasan de la quinta a la tercera posición.

Así se pone de relieve que algunos territorios del Estado considerados más ricos, no lo son tanto, si se aplica esta metodología. En este sentido, concluye también que la renta familiar disponible no permite alcanzar el mismo nivel de vida en una ciudad que en otra o en una Autonomía u otra.

Coste de vida

Otro buen indicador con el fin de ilustrar las diferencias entre dos ciudades o dos territorios, si se aplica esta metodología, es comparar el coste de vida. Este análisis muestra el esfuerzo que supone para una persona de una comunidad o de otra comprar la misma cesta de productos.

Madrid es la comunidad donde el coste de vida es más alto (115,7%) mientras que Extremadura está donde es más bajo (86,4%). Eso quiere decir que para comprar la misma cesta, en Madrid hace falta un 15,7% más de dinero, y en Extremadura hace menos falta un 13,6% que en la media española.

En este caso, Catalunya se sitúa en segunda posición (107,6%) y, por lo tanto, en su población la misma compra le sale un 7'6% más cara que en el resto del Estado.

El riesgo de pobreza no es igual en todas partes

Por otra parte, el documento también expone que actualmente solo se utiliza un único umbral de pobreza para todo el Estado porque se considera que el gasto para tener una vida digna es la misma a todas las comunidades autónomas, sin tener en cuenta las diferencias en el coste de la vida que existen entre ellas.

Por eso, lo que hace el estudio es calcular este riesgo de exclusión social aplicando el nivel de precios del territorio. De esta manera, la tasa de riesgo de pobreza en Catalunya pasa del 19,5 al 15,8%.

Estos es un estudio del Instituto de Estudios Regionales y Metropolitanos de Barcelona elaborado por un equipo de académicos de la UAB, la UPF y de investigadores de otras instituciones, como el Ayuntamiento de Barcelona, el IERMB y la OCDE.