Las ventas de cava han caído un 10% por término medio en el periodo de enero a septiembre en comparación con el mismo tramo del año pasado. Lo ha avanzado a la ACN el presidente del Consejo Regulador, Javier Pagès, que celebra que el impacto de la Covid-19 está siendo menor de lo que preveía el sector, ya que los primeros cálculos de la DO Cava apuntaban a un descenso de ventas del 25% a finales de año.

A las puertas de la campaña de Navidad, el sector linda los últimos meses del año con la esperanza de mantener el ritmo actual. "Ojalá mejoremos los datos, pero lo veo difícil", admite Pagès, que augura unas fiestas con menos comidas en los restaurantes. Confía, sin embargo, en que queden compensadas por un aumento de consumo a los hogares.

En marzo, con el estallido de la crisis de la Covid-19, el decreto del estado de alarma y el cierre de la restauración, la DO Cava previó que las ventas bajarían un 25% a finales de año. Un dato que el mismo Javier Pagès matizaba justo antes del verano en conversación con la ACN, asegurando entonces que la incertidumbre económica abría un escenario que podía ir "del 15 al 35% de descenso de ventas" una vez acabara el año.

Ahora, sin embargo, el Consejo Regulador acaba de cerrar los datos del tercer trimestre de este 2020 y celebra que la realidad ha mejorado todas las previsiones, con un descenso del 10% por término medio. "Cuando hicimos las previsiones iniciales no sabíamos realmente cuánto tiempo estaría la restauración cerrada ni cómo acabaría siendo la desescalada y la recuperación del consumo", justifica Pagès a la hora de ajustar los números.

En el caso de las exportaciones, un informe de la consultora Nielsen sitúa el descenso entre el 6 y el 7%, mientras que al mercado nacional bordea el 13%. Por sectores, en el estado español la caída más severa la registra el canal HORECA, con un descenso del 36%, mientras que a la alimentación ha habido una bajada más moderada (-6%) que ha ayudado a equilibrar la media final.

Las exportaciones y el consumo familiar, las claves de la Navidad

Pagès admite que todos los datos analizados hasta ahora son previos al cierre de la restauración decretado por la Generalitat a mediados de octubre, de manera que se muestra expectante hacia los resultados que registrará la DO Cava a finales de año. A las puertas de la campaña de Navidad, el presidente del Consejo Regulador es cauteloso a la hora de hacer previsiones de ventas y se limita desear que el descenso de este año no vaya a más.

Para conseguirlo, Pagès señala dos elementos clave: las exportaciones y el consumo familiar. Por una parte, recuerda que el 65% de las ventas de cava van a parar al extranjero, "y eso ayuda al conjunto del sector, porque la Covid-19 está impactando diferente a los otros países". Con respecto al consumo en los hogares, reconoce que esta Navidad habrá un "cambio de hábitos" pero confía en que crecerán las reuniones familiares.

Botella de cava 2 ACN

Proceso de embotellado del cava / ACN

"Tenemos que esperar que habrá muchas más reuniones en formato más pequeño", apunta Pagès, que también confía en los regalos particulares con botellas de cava a la hora de dinamizar el sector. Con el consumo familiar "salvado", donde sí que admite "preocupación" es en la restauración. Y es que da por hecho que habrá limitaciones y eso hace descartar las tradicionales cenas de empresa, los encuentros de amigos durante las fiestas de Navidad y también las celebraciones familiares fuera de casa. "Es clarísimo que será una Navidad difícil", subraya.

La venta on-line, al alza

La crisis de la Covid-19 ha llevado muchas empresas del sector a reinventar parte de su actividad. Pagès señala especialmente aquellas que tenían buena parte de sus ingresos focalizados en la restauración o el enoturismo, por ejemplo. Muchas de estas empresas han visto la ocasión para adentrarse al mundo de las ventas on-line, hasta ahora relegadas a un segundo plano.

Pagès asegura que el comercio electrónico ha actuado de "salvavidas" para muchas marcas, y lo demuestra el hecho que las ventas on-line han subido este año un 20% en comparación en el 2019. "Sin duda, es el canal con más fuerza", asegura, pendiente de cuál será la evolución de estos clientes telemáticos.

"Inviable" crear una subregión Penedès

Por otra parte, la DO Cava afronta la recta final del año a la espera de que el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación ratifique el reglamento que el Consejo Regulador del Cava aprobó el mes de julio pasado. Toda una normativa que define nuevas categorías de calidad del cava y también permite distinguir el producto en función del territorio de procedencia.

Pagès prevé que será el año que viene cuando se comercialicen las primeras botellas con la distinción de los territorios de elaboración. En el caso de Catalunya, estarán identificadas como Comtats de Barcelona y podrán incorporar una subdivisión que distinguirá las Valls d'Anoia-Foix, la Serra de mar, la Conca del Gaià, la Serra de Prades y el Pla de Ponent.

Respecto de las reticencias a esta nomenclatura desde parte del sector del cava en el Penedès, Pagès pide "paciencia" y asegura que no había margen para identificar los productos de esta región con ningún nombre que se solapara con la DO Penedès. "No puede ser que ellos tengan su DO y que desde la DO Cava tengamos también una subregión que se llame Penedès", insiste, subrayando que era un nombre "inviable" de introducir en las nuevas etiquetas. Pagès admite que las nomenclaturas escogidas pueden resultar "chocantes" pero asegura que acabarán "arraigando".

A la expectativa del gobierno de Biden en los EE.UU.

Con respecto a las elecciones norteamericanas, la DO Cava confía que la llegada de Joe Biden favorecerá el libre comercio y, de rebote, todo el mundo vitivinícola. Pagès recuerda que Donald Trump impuso aranceles en numerosos productos europeos, entre los cuales está el vino. Aunque el cava se salvó al último momento, espera que Biden levante estos impuestos. "El libre comercio tiene que ayudar al cava en general", remarca Pagès., que ve "positivo" el relevo en los Estados Unidos.