En julio de 2020 los 27 estados miembros de la Unión Europea llegaron a un acuerdo histórico, pusieron a disposición más de 750.000 millones de euros para salir de la crisis provocada por la covid-19, reconstruyeron Europa y la catapultaron hacia un futuro más sostenible. De este volumen de recursos, a España le tocaron 140.000 millones de euros. Un paquete enorme de ayudas que fue denominado NextGenerationEU. No obstante, se ha acabado generalizando el nombre de "fondos europeos", aunque técnicamente estamos ante una inexactitud, ya que la Unión Europea tiene otras partidas del presupuesto destinadas a las subvenciones que también se pudrían renombres "fondos europeos". Aquí hablaremos de los NextGenerationEU, que están íntegramente destinados a la recuperación de los efectos de la covid y a mirar hacia un futuro más sostenible. Si vamos a la web de la Comisión Europea, vemos que definen estos fondos como "una oportunidad única para salir más fuertes de la pandemia, transformar nuestra economía y crear oportunidades y trabajos para esta Europa en la cual queremos vivir. Contamos con todo el necesario para poder hacerlo. Tenemos la visión, tenemos el plan y hemos acordado invertir 750.000 millones de euros entre todos. Es el momento de trabajar para crear una Europa más ecológica, más digital y más resiliente".

Si nos ponemos puristas, podemos llegar a decir que el presupuesto a largo plazo de la UE, que se aprobó el año pasado y tiene vigencia hasta el 2027, sumado a los NextGenerationEU supondrán el paquete de estímulos mayor a la actividad económica que nunca ha financiado Europa. En total serán 2,018 billones de euros que tienen que ayudar a reconstruir la Europa pospandemia. En definitiva, y para simplificarlo un poco, podríamos decir que estamos ante el Plan Marshall del siglo XXI. Dentro de los NextGenerationEU destacan dos grandes paquetes presupuestarios: el Mecanismo para la Recuperación y la Resiliencia (MRR) y los fondos REACT-EU. El núcleo del Fondo de Recuperación es el MRR, que está dotado con 672.500 millones de euros que estarán destinados a dar apoyo a la inversión y las reformas en los Estados miembros para conseguir una recuperación sostenible y resiliente, al mismo tiempo que se promueven las prioridades ecológicas y digitales de la UE. El Fondo REACT-EU, por su parte, está dotado con 47.500 millones de euros y operan como fondos estructurales, pero con mayor flexibilidad y agilidad en su ejecución. Aparte de estos dos fondos mayoritarios, los NextGenerationEU también sumarán un plus a varios fondos europeos que hace años que están en marcha como el Fondo Europeo Agrario de Desarrollo Rural (FEADER) o el Fondo de Transición Justa (FTJ).

¿Quién y cómo se pueden pedir los NextGenerationEU?

Técnicamente, estos fondos los puede pedir todo el mundo siguiendo las convocatorias que irá publicando, mayoritariamente, el Gobierno en los próximos años. Sin embargo, habrá ciertas convocatorias que las hará el Govern de la Generalitat y el resto de gobiernos autonómicos. Ahora bien, el problema mayor para acceder a los fondos son las convocatorias, ya que no hay un lugar centralizado donde poder verlas todas al mismo tiempo y averiguar cuál te encaja más y mejor en función de lo que necesitas y de tu perfil. La cuestión mayor a la hora de pedir o poder acceder a las diferentes convocatorias es la dispersión de lugares donde encontrarlas con el fin de poder acceder: las publican diferentes administraciones. Ahora bien, aquí hay una herramienta del Govern que puede ayudar a buscarlas todas entre las diferentes webs de las diferentes administraciones.

¿Qué son los PERTE?

Una gran parte de estas convocatorias serán los llamados PERTE o proyectos estratégicos para la recuperación y transformación económica. Se trata de un nuevo instrumento de colaboración público-privada que busca proyectos de carácter estratégico con un importante potencial de arrastre para el resto de la economía española. Los PERTE exigen la colaboración entre administraciones, empresas y centros de investigación para conseguir que escalen sus operaciones. En definitiva, son programas con una visión integral de cadena de valor y un relevante impacto transformador, en el cual se integran proyectos concretos que conformen un programa en torno a un objetivo concreto y definido y que contarán con un significativo número de empresas y administraciones involucradas.

Los criterios para declarar un PERTE son: crucial contribución al crecimiento económico y al empleo, combinación de conocimientos, experiencia, recursos y actores que permitan remediar errores del mercado o/i retos sociales en los cuales no se podría hacer frente de otra manera, carácter innovador y valor añadido en R+D+I, importancia cuantitativa o cualitativa, que suponga un riesgo tecnológico o financiero alto, integración y crecimiento de pequeñas y medianas empresas, proyectos con fases de investigación e innovación disruptivas y ambiciosas, más allá del estado de la técnica en el sector, seguidas de un primer despliegue industrial.

La figura de los PERTE se crea en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, pero tiene vocación de permanencia e intención de superar su marco temporal. Estarán abiertos a todo tipo de empresas (tan grandes como pymes y startups). Los PERTE, por lo tanto, aglutinarán el compromiso de los diferentes ministerios implicados en su desarrollo, bajo el liderazgo del ministerio sectorial competente. Y dentro del enfoque estratégico y transversal, estos serán aprobados Consell de Ministros durante los próximos años. De hecho, el Gobierno ya ha aprobado tres, el del vehículo eléctrico, el de Salud de Vanguardia y el de Energías renovables, hidrógeno renovables y almacenaje. Al mismo tiempo, se han anunciado dos más que tratarán la lengua y el de economía social. Por último, si miramos más a largo plazo, se anunciarán dos más, uno en el ámbito aeroespacial y uno de la cadena agroalimentaria.