El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha sido el encargado de cerrar el ciclo de conferencias "Els empresaris volem saber" organizado por Creiem en Catalunya. Y lo ha hecho con más fuerza que nunca. Nada más llegar, los más de 600 economistas, directivos y empresarios que llenaban hasta los topes el auditorio Axa de Barcelona, se han puesto de pie y lo han recibido con un fuerte aplauso y gritos de independencia.

"Cada día hay más gente que comparte que mantener el estatus quo es una amenaza directa a la competitividad de nuestras empresas", ha lanzado Puigdemont. Con los datos en mano, ha alertado de que el 8% de la riqueza que se genera en Catalunya se va hacia Madrid. y de hecho, "el déficit fiscal implica que un 30% de vuestros impuestos no se destinan a gasto público catalán." "Es una acción de egoísmo fiscal", ha criticado. 

En este sentido, no ha dudado en enumerar (una vez más) la larga lista de agravios del Estado hacia Catalunya: la falta de inversiones en infraestructuras, "la obsesión centralizadora" y "el boicot al funcionamiento" del aeropuerto del Prat, el modelo de financiación, el incumplimiento en el Corredor Mediterráneo que "paraliza inversiones en Tarragona", el precio de la energía que es "uno de los más caros de Europa" o la inseguridad jurídica, entre otros.

Contra las amenazas

Puigdemont ha bromeado también con las amenazas del Estado sobre la independencia: "¿Cómo aquellos que han vaciado el sistema de pensiones osan dar miedo a los pensionistas catalanes que sólo de verlos ya se ponen la mano en la cartera?." Y con las risas de del empresariado , la autorespuesta: "Es muy mal intencionado decir que con la independencia se perderían las pensiones." Y es que Catalunya tiene menos paro y más ocupación así como salarios más elevados que el conjunto de España. 

"Basta", ha reiterado un Puigdemont especialmente cansado de "datos falsos, pamfleto y propaganda". Basta de decir que el procés asusta las empresas cuando el crecimiento de la economía catalana, el récord de inversión extranjera o el récord de exportaciones demuestran que "vale la pena invertir en Cataluña y un inversor inteligente lo sabe". Según el presidente de la Generalitat, destacan: talento, buen tejido de pymes, amor por la tecnología o persistencia... Made in Catalonia. 

Y contra "amenazas, intimidaciones y negación del problema" del Estado, Puigdemont ha vuelto a defender el referéndum. Aquello que, sea cual sea la encuesta, quieren 3 de cada 4 catalanes. Lo avalan los precedentes de Escocia y Quebec. "Lo que está pasando en Catalunya es una revolución democrática y con movilizaciones ejemplares e inéditas en el continente europeo." ha concluido el presidente de la Generalitat justo antes de irse prácticamente cómo ha llegado. ¿La ínfima diferencia? Todavía más aplausos y todavía más gritos de independencia.

Sin miedo

Después de pasar por Girona, Lleida y Tarragona, los empresarios han querido saber también desde Barcelona. Un viaje económico por Catalunya que ha contado con la participación acumulada de 19 organizaciones empresariales. Con la voluntad manifiesta de fomentar la autoestima de la empresa catalana, el presidente de Creiem en Catalunya, David Poudevida, ha reivindicado que "no tenemos miedo, tenemos confianza y esperanza y todo un futuro por anticipado. La información nos hace libres."

La capital catalana ha sido la parada final y se ha caracterizado también por el diálogo de los economistas Albert Carreras y Miquel Puig, el experto fiscal Heribert Padrol y el ingeniero Ignasi Sayol, con representantes empresariales como el presidente de Pimec, Josep González, o el vicepresidente primero de la Cambra de Comerç de Barcelona. Bajo el propósito de plantear los retos de futuro económico y empresarial de Catalunya, se ha tratado el modelo económico, las relaciones laborales, el nuevo sistema impositivo o las infraestructuras logísticas.