El tirón de la cotización del gas y de los derechos de emisión del CO2 en Europa en 2021 han provocado un encarecimiento inédito de los precios mayoristas de la electricidad en todo el continente. En algunos países, España, Francia, Alemania o Reino Unido, este se ha llegado a multiplicar por cuatro. El incremento ha sido generalizado en todas las grandes economías. Según el índice de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), el alza de precios fue del 64 %, pero en ninguna región el incremento ha sido tan exagerado como en Europa Occidental.

Encarecimiento generalizado 

En su informe semestral sobre los mercados eléctricos, publicado hoy, la AIE señala que en los países nórdicos europeos en el último trimestre los precios mayoristas casi triplicaban los que había en esos mismos últimos tres meses de los años 2016-2020. Pero con una media de 96 euros por megavatio hora, los precios en esa región se quedaban en la mitad de los precios de Europa Occidental.

En Estados Unidos o en Japón, los incrementos en ese cuarto trimestre alcanzaron, respectivamente, el 75 % y el 80 %. En Australia la escalada llegó a ser del 174 % en el segundo trimestre por problemas de escasez de carbón, pero se fueron resolviendo y eso se tradujo después en un descenso del 50 % hasta el cuarto trimestre.

La demanda creció un 5,7 % 


Después de haber bajado ligeramente en 2020 a causa de la crisis de la covid, la demanda eléctrica global en 2021 creció un 5,7 %, lo que significa el mayor aumento en un solo año en términos absolutos (1.500 teravatios) y en términos relativos el más fuerte desde 2010, cuando el mundo se estaba recuperando de la crisis financiera. China por sí sola representó la mitad del incremento de ese aumento mundial del consumo.

Para responder a esa fuerte demanda global, se recurrió sobre todo al carbón (+8,6 %), el sistema de generación que más dióxido de carbono (CO2) genera. La consecuencia es que 2021 se convirtió en el año en que la electricidad alcanzó su récord de emisiones causantes de efecto invernadero, con un alza del 6,8 %.

Seguirá incrementándose 


La AIE calcula que este año y los dos siguientes el consumo va a seguir incrementándose pero a un ritmo inferior, del 2,7 %. Es decir, equivalente al que hubo en el decenio anterior a la irrupción del coronavirus en 2020.

También las emisiones van a continuar en ascenso, aunque a una cadencia mucho más lenta (del 0,2 % anual) porque la expansión esperada de las renovables (al 7,8 %) no impedirá que siga acrecentándose la utilización del carbón (al 0,3 %) y del gas (al 0,7 %). La electricidad de origen nuclear también progresará a un ritmo del 1,1 %.