La pandemia ha hecho aflorar muchos movimientos empresariales con el fin de salvar las empresas ante una crisis como el actual con el llamado escudo social del Gobierno. El más extendido de todos, con mucha diferencia, fueron los ERTE, que se empezaron a aplicar de forma generalizada el marzo pasado y que han llegado a sostener más de 3,5 millones de puestos de trabajo en los peores momentos de la pandemia.

Pues bien, no todos han estado sujetos a derecho y algunas compañías se han aprovechado de la situación para abusar de los ERTE y ahorrarse algunos costes, pero como con todo, hay consecuencias y según ha adelantado El Periódico, la Inspección de Trabajo del Ministerio ha impuesto multas y requerimientos por valor de 27 millones de euros durante este año y medio por un total de 5.073 infracciones detectadas, que equivale a una de cada seis empresas investigadas.

Nueva prórroga de los ERTE

De hecho, la nueva prórroga de los ERTE aprobada la semana pasada busca, precisamente, reducir este volumen de casos de fraude, ya que en este periodo se han investigado un total de 34.591 empresas y el número de casos de fraude no para de crecer.

El caso es que a través de los ERTE, durante este último año y medio, el volumen de recursos invertidos por el Gobierno con el fin de evitar los despidos y blindar un mínimo de ingresos a los trabajadores asciende hasta los 22.800 millones de euros si contamos las prestaciones y las exoneraciones de cuotas en la Seguridad Social y 19.022 millones fueron gastados por el SEPE en subsidios y prestaciones.

¿Qué sueño los fraudes más habituales?

Según el mismo medio, el fraude más habitual detectado por la Inspección es el caso de que un trabajador va al trabajo aunque esté en ERTE, sea parcial o total. Aquí podemos encontrar dos faltas, la primera es que la empresa, directamente, se aprovecha del ERTE para ahorrarse dinero o que la empresa no ha comunicado al SEPE que este trabajador vuelve a estar en activo.

Otros fraudes recurrentes son aquellos vinculados con la vulneración de los compromisos de empleo asociados a la recepción de ayudas. Es decir que aquellos trabajadores que tienen que hacer horas extra de manera recurrente mientras parte de sus compañeros siguen en situación de ERTE.

Otro caso de fraude también se da en aquellas empresas que contratan temporales con bajos salarios para hacer el trabajo de una persona con mejores condiciones que sigue en ERTE. O aquellas empresas que no cumplen el compromiso de no despedir en seis meses y se llevan la multa y el retorno de las exoneraciones de toda la plantilla.

Condiciones de los nuevos ERTE

La sexta prórroga de los ERTE acordada entre el Gobierno y los agentes sociales está ligada a que las empresas den formación a los trabajadores suspendidos de empleo, pero con la posibilidad que las empresas también pueda acogerse a ERTE de impedimento y limitación de actividad en el caso que surgieran restricciones enfrente de la Covid.

Además, con la norma las empresas de más de diez trabajadores tendrán un 80% de exoneración en sus pagos en la Seguridad Social si imparten formación a los trabajadores en ERTE y un 40% en caso de no hacerlo. Para las empresas de hasta diez empleados, la exención será del 80% si imparten acciones formativas y del 50% si no lo hacen. En el caso de optar por acciones formativas, las empresas tendrán que dedicar 30 horas de formación si tienen entre 10 y 49 trabajadores y 40 horas si cuentan con plantillas superiores.

Además, durante el mes de octubre las empresas que quieran seguir aplicando ERTE tendrán que cursar una nueva solicitud. Si no reciben respuesta de la autoridad laboral en el plazo de diez días, el silencio administrativo se aplicará con carácter positivo.