La empresa propietaria de Miró ha confirmado que presentará un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) para toda la plantilla de la cadena catalana de electrodomésticos, lo que supone que 339 personas en el conjunto de España se verán directamente implicadas. Esta cifra solo se reduciría si se encuentran nuevos compradores, según se ha dejado constancia en una carta al comité de empresa en la que se expone que Miró espera "poder alcanzar acuerdos con terceros" para poder mantener la sede central de la empresa situada en Martorell y una parte considerable de sus tiendas.

Más concretamente, Miró es propiedad del fondo suizo Springwater Capital desde 2014 y está controlada a través de la sociedad Kabaena Directorship, desde donde su director general, Matteo Buzzi, ha asegurado que este ERE es un "paso necesario" para el concurso de acreedores que la compañía presentó a principios de agosto en los juzgados de Barcelona. Sin embargo, Buzzi ha confirmado que su proyecto es de continuidad del negocio que ya muestra en sus tiendas carteles de distintos colores con los mensajes de "Liquidamos" o "Cambio de stock", entre otros.

¿Pero cuáles son las razones del despido colectivo? "La Empresa entiende que, en el marco del proceso de concurso presentado, concurren causas suficientes como para proceder al inicio de un procedimiento de despido colectivo en relación a 339 trabajadores que prestan servicios en los distintos centros de trabajo", ha asegurado la dirección del grupo en la misiva a la que ha tenido acceso Economía Digital. Así pues, los motivos son suficientemente variados, desde económicos y técnicos hasta organizativos y de producción.

Cuando la historia juega en contra

En este sentido, Buzzi también ha explicado que las tiendas Miró y su portal de venta en línia se mantendrán operativos a la espera de que las conversaciones con potenciales compradores pueda dar continuidad a una marca muy potente en el sector de los electrodomésticos. Sin embargo, la situación de Miró es compleja no solo por el concurso de acreedores o el ERE sino también porque la historia más reciente no parece jugar a su favor.

Y es que a lo largo de estos dos últimos años, Springwater no ha conseguido tirar adelante su plan estratégico 2016-2018 y reflotar así la compañía tras haberla adquirido por 3 millones en plena liquidación con previa suspensión de pagos. Deja como legado un ERE pactado con los sindicatos hace tan solo dos meses en el que se incluía a 119 personas en toda España, lo que supone la cuarta parte de una plantilla integrada por 430 trabajadores. 

De ahora en adelante

De ahora en adelante queda por afrontar un concurso de acreedores, una nueva liquidación y un nuevo ERE a la espera de encontrar un nuevo comprador que ocupe el lugar de Springwater Capital y que consiga alcanzar sus objetivos, salvaguardando en la medida de lo posible los puestos de empleos.

En cifras, Miró cerró su último ejercicio con un volumen de negocio de 100 millones y una red integrada por 60 puntos de venta físicos –aunque tras el ERE de junio se iba a reducir a 45– repartidos principalmente en Catalunya e Islas Baleares pero también en el País Valencià, Castilla-La Mancha, Madrid, Soria, Barakaldo y por supuesto, sus tiendas en línia. Sus planes de reposicionamiento de la marca e imagen, reubicación de establecimientos o ampliación de capital, entre muchos otros, son ya sueños del pasado. Por el momento y más allá de la carta al comité de empresa, Miró, que fundó su primera tienda en 1971, ha rechazado hacer declaraciones sobre su situación actual.