La UGT ha pedido al presidente del Gobierno, Pere Aragonès, que forme a un Ejecutivo "fuerte" y "comprometido con las personas", "capaz de corregir el déficit en gasto pública" que "hunde" el Estado del Bienestar y de liderar la salida de la crisis provocada por la pandemia de la Covid-19. En un comunicado, el sindicato ha pedido que esta hoja de ruta se diseñe "desde el diálogo y la concertación" y se centre en revertir las desigualdades agravadas por la crisis sanitaria, a la vez que lidera la construcción de un nuevo modelo productivo con trabajo estable y de calidad. Por ejemplo, el sindicato quiere que se impulsen medidas de protección para todos los trabajadores afectados por la pandemia y que se revisen los "beneficios fiscales" de los impuestos catalanes.

Por otra parte, la organización sindical que dirige Camil Ros apuesta para crear una banca pública a Catalunya que "evite la exclusión financiera de las personas más desfavorecidas" y que "invierta recursos en los sectores económicos tractores de la economía real y productiva". El sindicato también reclama una gestión "eficaz y eficiente" de los fondos europeos de recuperación, transformación y resiliencia Next Generation, así como establecer un marco catalán de relaciones laborales y un diálogo social "permanente y efectivo".

Otros factores clave para la UGT, son el impulso de un nuevo Pacto Nacional para la Industria que cuente con la dotación presupuestaria suficiente para asegurar el desarrollo, la implementación de una formación profesional de calidad, y la ejecución de un nuevo marco estratégico de seguridad en el trabajo, para parar la siniestralidad laboral. Por lo tanto, uno de los puntos más importantes para el sindicato exige reforzar la Inspección de Trabajo, dotándola de más recursos humanos y económicos para acabar con la "impunidad de las empresas".

Según el sindicato, la lucha contra el paro tiene que ser una "acción prioritaria" para el nuevo Ejecutivo, que de impulsar itinerarios integrales de orientación, recalificación profesional y acompañamiento en la búsqueda o mejora de la ocupación. Con respecto a los autónomos, la UGT pide desarrollar medidas fiscales y mecanismos de incentivación económica ventajosos para los que se encuentren en peores condiciones económicas.

Corregir el déficit en gasto social

De cara a alcanzar a una sociedad más justa y cohesionada, la organización en defensa de los derechos de los trabajadores reclama fortalecer los servicios públicos bajo los principios de universalidad y gratuidad, y establecer garantías suficientes en las condiciones salariales y laborales para los funcionarios. En esta legislatura, el sindicato insta a "corregir el déficit histórico en gasto social y abastecer los servicios sociales de la suficiencia económica que ahora no tienen" así como crear un marco de "condiciones comunes mínimas" para los profesionales de la red de servicios sociales públicos de Catalunya, que solucione los "agravios comparativos" entre el personal.

Con relación a las residencias, insisten en la necesidad de apostar por la gestión pública directa de los servicios. También reclaman revertir las "privatizaciones" que ha sufrido el sistema de salud y asegurar una sanidad donde la gobernanza sea 100% pública. En el ámbito de protección social, exigen ampliar y mejorar el despliegue de la Renta Garantizada de Ciudadanía (RGC), flexibilizando requisitos y ampliando la cobertura hacia más colectivos en situación de vulnerabilidad. Con respecto a las políticas de vivienda, reclaman al Gobierno que apruebe "con urgencia" el Plan Territorial Sectorial de vivienda de Catalunya para incrementar el parque de viviendas destinados a políticas sociales y aumentar "considerablemente" el parque público de vivienda, incrementando el gasto público en vivienda del actual 0,2% del PIB al 1%, promoviendo medidas que eviten la especulación financiera.

Por otra parte, proponen elaborar "de forma urgente" un Plan de Transición Justa para los territorios y para las personas trabajadoras afectadas por la transición energética y descarbonización de la economía catalana.

 

 

Imagen principal, Camil Ros / UGT