La operadora del gasoducto Nord Stream 2, con sede en Suiza, se ha declarado en bancarrota este martes y ha despedido a los 106 trabajadores que tenía en plantilla, según ha informado el medio francés BFM. Esta empresa era la responsable de construir y operar el gasoducto que tenía que unir Rusia y Alemania por el mar báltico y con el cual se esperaba doblar las aportaciones de gas de Moscú a Europa. Hay que recordar también que la empresa matriz de la sociedad es el gigante ruso Gazprom.

Todo se ha trucado menos de una semana después de que estallara la guerra entre Rusia y Ucrania, ya que en un primer momento ya provocó la congelación del proyecto y la aplicación de duras sanciones a toda la economía rusa. Hay que recordar, que la infraestructura estaba finalizada desde el septiembre pasado y ahora solo quedaba en que empiezas a operar al servicio, cosa que de momento no pasará.

La construcción de este gasoducto ha sido, en los últimos años, uno de los puntos más calientes de la geopolítica entre Europa, Rusia y los Estados Unidos en los últimos años, ya que Alemania depende completamente del gas ruso. Concretamente, su construcción se empezó a discutir ya hace más de una década, en el 2011, y finalmente se aprobó su construcción en el 2015, y siempre estuvo mal visto desde la otra costa del Atlántico, porque los Estados Unidos entendía que con su puesta en marcha Europa podría llegar a depender completamente de Rusia energéticamente.

De hecho, no han sido pocos países europeos los que pusieron en alerta que con esta nueva infraestructura, se abría la posibilidad de que Europa perdiera su soberanía energética. A pesar de estas ve de alerta, Alemania no movió su posición hasta finales de 2021 cuando las tensiones con Rusia empezaron a aumentar exponencialmente y que finalmente han acabado con el inicio de la guerra. Con respecto a las sanciones impuestas, hay que recordar que el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, anunció la semana pasada sanciones concretas para la infraestructura. "He ordenado a mi administración que imponga sanciones contra Nord Stream 2 AG y sus líderes", aseguró el presidente en un comunicado.

11.000 millones de dólares

En total, la infraestructura en cuestión ha costado unos 11.000 millones de dólares que finalmente no servirán para absolutamente nada, y se convertirá literalmente en un tubo de acero que conectará Alemania y Rusia. Concretamente, el gasoducto tiene una longitud de 1.230 kilómetros.

Este era el segundo gasoducto que conectaba Alemania y Rusia, el primero, el Norte Stream, fue acordado en 2005 en una reunión entre Vladímir Putin y el excanciller alemán Gerhard Schröder, aunque fue construido durante los primeros años de mandato de Angela Merkel. Schröder, amigo personal de Putin, es en la actualidad cabe del consejo de supervisión del gigante petrolero ruso Rosneft, además de ostentar un alto cargo en el panel de administración de Norte Stream. De hecho, el exlíder alemán defendió hasta hace muy poco a Putin y hasta hace pocas semanas todavía atribuía a un "ruido de sables" por parte de Kiev las informaciones sobre la inminente ofensiva rusa. Ya con la guerra en marcha, intentó redimirse asegurando a través de las redes sociales que Moscú "es responsable" de la guerra.