La prolongación de la incertidumbre política por la falta de gobierno y la nueva convocatoria electoral del 26-J afectará el Producto Interior Bruto (PIB) negativamente. Así lo publica el Banco de España en el Informe de Estabilidad Financiera, que alerta de que esta situación provoca "ciertas dudas" sobre cómo irán las políticas económicas y avisa de que eso podría afectar "negativamente" a las decisiones de consumo e inversión de los agentes, es decir, al crecimiento del PIB.

Pero la incertidumbre política no es el único factor que influirá negativamente en el PIB. También la desviación del déficit del 2015 –que ha pasado del 4,2% al 5% del PIB– es un punto caliente para la evolución del crecimiento económico, hecho que pone en evidencia la necesidad de "priorizar la culminación del proceso de consolidación fiscal" e introduce cierta "incertidumbre" sobre posibles medidas adicionales de consolidación fiscal.

Además, el Gobierno acaba de recortar el gasto de 2016 a 2.000 millones de euros como medida presupuestaria adicional para reducir el déficit. Esto puede alterar el PIB a corto plazo, aunque en un futuro podría generar beneficios en cuanto a las ganancias de confianza correspondientes.