El presidente de la patronal catalana Pimec, Josep González, ha descartado desde Lleida que la marcha de empresas catalanas a otros lugares de España sea consecuencia del procés y de la situación política de Catalunya. Todo lo contrario. Con los datos récord de inversión extranjera del 2016 en la mano, ha destacado el interés creciente de las empresas por Catalunya.
Sin embargo, sí que ha puntualizado que hay "casos concretos" de empresas catalanas que se marchan porque "tienen el interés de expandirse" a una determinada región. O bien, porque tienen "más incentivos, menor fiscalidad y políticas medioambientales menos restrictivas". Según González, este es el caso de algunas empresas de Lleida que se han trasladado a la Franja de Aragón como consecuencia de la exención de impuestos municipales, menos inspecciones o cesiones de terrenos a "un precio simbólico". Pero en ningún caso, por el procés.
El ejemplo dado no ha sido escogido al azar ya que el presidente de la micro, pequeña y mediana empresa ha hecho balance de la actualidad económica y empresarial desde Pimec Lleida. "En las inversiones de empresas catalanas en Aragón puede haber una necesidad de expansión hacia aquella zona o motivos fiscales, no tiene que ver con el procés soberanista y que nadie vea en esta frase que estoy defendido el procés", ha añadido.
Una economía al margen de la política
González también ha aprovechado la ocasión para reivindicar que "al margen de los políticos, la microeconomía, funciona" aunque "la macroeconomía ya es otra historia". Más concretamente, ha hecho referencia a la necesidad de aprobar los presupuestos de la Generalitat y del Gobierno español de cara al 2017, ya que "afecta a la economía" porque "hacen falta infraestructuras y tomar decisiones, que se van retrasando." Precisamente por eso, no sólo ha asegurado no entender "por qué no se han aprobado" sino que además, ha puntuado con un cero a los políticos. Al menos, en este caso.
A pesar de todo, el presidente de Pimec se ha mostrado optimista con la buena marcha de la economía desde el segundo semestre del 2015. Así lo demuestran indicadores como la ocupación, la cotización en la Seguridad Social, el auge de las exportaciones o la mejora de los resultados empresariales y de las inversiones. Todo ello, con el "punto negativo" de la inflación entre diciembre y enero. "Por suerte, llevamos un año y medio en el que la economía funciona al margen de los políticos. Nos hemos italianizado un poco y lo que sucede es que demasiada italianización tampoco es buena", ha lanzado.
Para acabar, una denuncia recurrente: las pymes pagan el triple en el impuesto de sociedades que las grandes empresas. Según González, mientras las grandes empresas pagan en torno a un 7%, las pequeñas y medianas empresas tienen que pagar un 18%. Por eso, ha reclamado una fiscalidad específica para las pymes, "adecuada a sus necesidades" con el fin de "no perder competitividad". A modo de recordatorio, las pymes generan un 70% del PIB y un 65% de los puestos de trabajo se encuentran en pequeñas y medianas empresas.