Las represalias que está tomando Argelia ante el cambio de postura del Estado español despiertan la preocupación del sector económico, incluyendo Foment del Treball. En un comunicado, la patronal lamenta la decisión del gobierno argelino de suspender el tratado de amistad con España y espera que se encuentre una solución a través de la vía diplomática. Foment recuerda que "Argelia es el 24.º socio comercial de Catalunya y representa el 0,8% de las exportaciones catalanas". Además, remarca que la política comercial es una competencia comunitaria, por lo cual pide "a las autoridades de la Unión Europea que tomen las medidas necesarias para garantizar el pleno acceso de las empresas españolas al mercado argelino".

La patronal pone el foco en el gas argelino, una de las principales preocupaciones cuando el país africano hizo pública su decisión de romper el pacto de amistad, ya que el Estado español tiene una dependencia considerable. Sobre el gas, recuerda: "Argelia ha sido tradicionalmente el principal país exportador de gas natural para España. (...) En los últimos años el gas procedente de Argelia ha supuesto más del 40% del total de importaciones españolas, aunque en los últimos meses ha caído hasta en torno al 25%". Foment ha trasladado en los sectores industriales afectados su confianza en que el suministro de gas no se verá afectado por la ruptura de este trata, hecho que ha confirmado la misma Argelia en respuesta al toque de atención de la Unión Europea.

En el comunicado, Foment aprovecha para subrayar que "considera el gas natural un vector energético imprescindible para la descarbonización de la economía yen la transición energética a fuentes renovables".

Boicot en los productos españoles

Antes de que se hiciera pública la decisión del Estado argelino de romper el acuerdo de amistad con España, el gobierno de Argelia ya había empezado a boicotear los productos españoles de forma más discreta. Desde abril las restricciones a la importación de productos españoles ha ido creciendo en el país africano. Se empezó restringiendo la compra de carne de vacuno al Estado español y ahora se extiende a otros sectores, incluso en contra del acuerdo de asociación con la Unión Europea que la Argelia firmó el año 2005. En aquel momento, el gobierno argelino no reconocía abiertamente que veranees llevando a cabo un boicot, sin embargo, el pasado martes, el Ejecutivo va imponiendo más restricciones para obtener permisos de importación, los últimos impuestos el pasado martes con discreción.

Si bien, las limitaciones en el comercio con España no se impulsa de manera pomposa desde el gobierno argelino, sino más bien con un tono bajo, estas tienen un fuerte impacto. Por ejemplo, la primera restricción comercial, la de la carne de vacuno, no se anunció en sí como un boicot, pero este veto genera unas pérdidas en el sector de cinco millones de euros aproximadamente.