El Govern ha aprobado este lunes declarar de interés público la línea que Adif está construyendo entre el centro de Barcelona y el aeropuerto y encargar a Ferrocarrils de la Generalitat que explote este nuevo servicio, que está previsto que entre en funcionamiento a partir del 2022.

El conseller de Territori i Sostenibilitat, Damià Calvet, ha dejado claro en la rueda de prensa posterior al Consell Executiu que no se tratará de un tren lanzadora hacia el aeropuerto sino de una nueva línea de Rodalies que cruzará toda la ciudad y se detendrá en los municipios de camino al aeropuerto con el objetivo de dar "vertebración territorial". De hecho, la estación de Sants sólo será una de las estaciones donde tendrá parada, y continuará su trayecto hacia Sant Andreu Comtal o el aeropuerto.

El Govern podrá pedir gestionar esta línea R-Aeroport ya que el Estatut atribuye a la Generalitat la competencia exclusiva sobre los trenes que circulan íntegramente por territorio catalán con independencia de su titular. Las obras que está ejecutando Adif tienen unos 4,5 kilómetros de longitud, desde la estación de El Prat de Llobregat hasta la T-1 del aeropuerto de El Prat e incluye nuevas estaciones en las terminales y un intercambio con la línea 9 de metro.

Una vez llevadas a cabo las pruebas técnicas y de seguridad correspondientes, se podrá establecer un nuevo servicio ferroviario entre la ciudad de Barcelona y el aeropuerto, aunque se prevé que no sea al menos hasta 2022. A partir de entonces, la oferta mejorará la actual, que consta de un tren cada 30 minutos desde la T2.