El año 2017, la actividad basada en las compraventas de empresas estaba disparada, pero se frenó debido a la incertidumbre generada por la situación política en Catalunya. Ahora, los expertos de la consultora RSM prevén que a principio de este año se reactiven estas actividades y se reanuden las operaciones paradas.

En el marco de la Jornada sobre Procesos de Venta de Empresas y Negocios, que se ha celebrado hoy en el auditorio RSM de Barcelona, se han desgranado los principales factores que se tiene que tener en cuenta a la hora de iniciar la venta de una empresa. Habitualmente, las empresas que apuestan por esta opción son emprendidas familiares en las cuales no hay posibilidades de sucesión familiar o negocios que atraviesan dificultades y necesitan un revulsivo. De su parte, los compradores son cada vez compañías más próximas: si en los años noventa triunfaban las multinacionales norteamericanas, ahora las transacciones se concentran cada vez más en el ámbito europeo e incluso dentro de España y Catalunya.

Durante la jornada se han detallado tres elementos que definen una buena planificación por la compraventa: diferir el desembolso al máximo para poder sacar rédito al dinero el máximo de tiempo posible, potenciar el ahorro fiscal dentro de la legalidad y definir el "riesgo fiscal" existente para evitar que cabos sueltos comprometan la operación.