Los examinadores de tráfico se vuelven a reivindicar. Así, han vuelto a llamar a una huelga de diez días, del 10 al 21 de diciembre, para denunciar que todavía no cobran el incremento de sueldo pactado a finales del año pasado, en un acuerdo que permitió desconvocar otras movilizaciones que duraron cinco meses.

En aquel momento los examinadores consiguieron que el gobierno español se comprometiera a equipararles el sueldo con otros colectivos de Tráfico con un complemento de 250 euros mensuales. A estas alturas, sin embargo, todavía no se ha hecho efectivo este incremento, que, en teoría, estaba incluido a los presupuestos generales del Estado del 2018, según fuentes de los examinadores. La huelga que se convoca ahora está prevista para diez días, concretamente desde el 10 hasta el 21 de diciembre.

El gobierno español incumple el acuerdo

Montse Casal, delegada en Barcelona de l'Associació d'Examinadors de Trànsit (Asextra) ha explicado a la ACN que desde el gobierno se les ha dicho que este año no se podrá pagar la cantidad acordada como un complemento de la nómina, y que, en todo caso, si se paga se tendrá que hacer como un plus de productividad.

Los examinadores no están conformes con una fórmula que, según Casal, "se puede eliminar en cualquier momento". En todo caso, podrían aceptar, según dice, que este año se pagara de esta manera, pero para el próximo año exigen que el incremento de sueldo aparezca computado como complemento.

Diez días de huelga

A la espera de que desde el ejecutivo estatal se los vuelva a citar para intentar desencallar la situación, Casal ha explicado que se han convocado diez días de huelga, desde el 10 de diciembre hasta el 21, durante los cuales no se harán exámenes. Está prevista una concentración ante la Jefatura de Tráfico de Barcelona el primer día de huelga a las 12 del mediodía, a la vez que una manifestación en Madrid el mismo día.

Casal ha explicado que después de los cinco meses de huelga del año pasado, en Barcelona hay acumulaciones de exámenes para hacer, una situación que se complicará con la nueva serie de paros. La representante de Asextra ha subrayado que el caso de la capital catalana es especialmente complicado por la falta de examinadores. Según ha explicado, está previsto que entre enero y febrero se incorporen dieciséis personas a la plantilla, hecho que contribuirá a rebajar la lista de espera.