La agencia de recursos humanos Manpower calcula que si el 25% de los ERTE se convirtieran en ERE la recuperación no llegaría hasta el 2026, cuando se habrían podido reabsorber las pérdidas de empleo provocadas por el coronavirus. Según subraya, entre el 28 de febrero y el 31 de marzo se han perdido 883.000 afiliados, una cifra que equivale a la de los nueve primeros meses de la crisis financiera, desde septiembre del 2008 a marzo del 2009 o en los dos primeros años de la crisis entre el 1991 y 1994.

Por otra parte, con la hipótesis que en al segunda mitad del 2020 mejore la actividad, se habrán destruido 1,5 millones de puestos de trabajo, sin contar los 1,2 millones de autónomos que han solicitado la prestación por cese de actividad y los 4 millones de trabajadores incluidos en ERTE.

En resumen, pues, Manpower avisa de que el Estado podría tardar casi una década a recuperar la pérdida de empleo derivada de la pandemia. Por territorios, la caída de la dispersión de afiliación en la Seguridad Social ha tenido un reparto bastante desigual. Así, la franja norte de la Península, desde Galicia hasta Catalunya, ha perdido menos puestos de trabajo que la media española, mientras que los mayores descensos se han producido en el centro y sur del Estado y las Islas Canarias. Así, la contracción en Catalunya ha sido del 3,8% mientras que en el resto del Estado ha sido del 4,1%.

El sector que más ha contribuido a la pérdida de afiliación ha sido el de la restauración, que entre febrero y abril ha retrocedido un 10,5%, con unos 136.000 trabajadores menos, aportando el 17,2% de la pérdida de afiliación de estos dos meses. A continuación, destacan las actividades de construcción especializada y la construcción de edificios, que sumados acumulan 130.000 puestos de trabajo menos. También es destacable la reducción de afiliados en los sector comercio –excepto la venta de vehículos de motor- que ha perdido a un 3,4% de los afiliados, hasta los 63.000 y la educación lo ha hecho en un 5,1% (-56.000).

Por regímenes, al general se han perdido 745.000 afiliados –uno 5% menos y más de un 90% del total de la afiliación destruida entre marzo y abril; seguido de los trabajadores del hogar, con un 3% menos y 12.000 afiliados menos, y del régimen de autónomos (-1,5%, unos 47.000 afiliados menos). En cuanto al tipo de contratos, los temporales resultan mucho más castigados, con un 14,7% menos de afiliados (-602.000) y que contrasta con el descenso del 1,1% en los indefinidos (-100.000 aproximadamente).

Según Manpower, el perfil de trabajador que ha perdido el trabajo es el de un hombre menor de 34 años. De hecho, entre los jóvenes, el descenso ha sido más acusado, con un 8,2% de afiliación delante del 2,8% menos entre los mayores de 35 años. Entre los 16 y 34 años, que en febrero suponía un peso total del 25% del total, suman más del 49% de la pérdida total de la afiliación. En cuanto al género, el impacto ha sido menor entre las mujeres, que con el 46,6% del total en febrero, ha retrocedido un 3,6% (-321.000 afiliadas) y ha aportado el 41% de las pérdidas. Entre los hombres, la contracción ha sido del 4,6% (-471.000).