El fast food tiene mala prensa. Y a menudo justificada. La comida rápida es cómoda, pero generalmente tiene un precio: es insano. Y la calidad a menudo deja mucho que desear. Quien quiere comer a toda prisa a menudo tiene que olvidarse de exigir un mínimo de calidad. Y quien quiere comer bien, a menudo tiene que sacrificar su tiempo, y también su bolsillo. Los hermanos Joaquim y Fran López, del Villa Retiro Grup -que integra los restaurantes Villa Retiro i Xerta, con una Estrella Michelin cada uno – han apostado por crear un establecimiento de lo que denominan "fast good", donde se combine velocidad, calidad y precio: Enoterra. Este establecimiento, situado junto a la plaça Universitat, se plantea como la base para la creación de una franquicia que divulgue este modelo alimenticio por Catalunya.

Natural

La apuesta del local es el producto natural y de proximidad, todo y que no ecológico al 100%. Los huevos que se usan son de gallinas "felices" y algunos productos vegetales como los calçots y otras verduras son producidos por el mismo grupo o por campesinos de la zona de l'Aldea, en los que se compra directamente. Algunos de los vinos que se ofrecen son los del mismo grupo, de la bodega Pagos de Hibera, y también hay zumos exprimidos. La voluntad es apostar por los productos de proximidad, para eliminar intermediarios y también para controlar mejor la calidad. Además, este fast food incorporará productos de temporada: variará sus platos en función de las estaciones.

Más que un bocadillo

Los productos de Enoterra llevan el sello de calidad del chef Fran López. La oferta estrella del local es un menú por 8,90 €, constituido de un bocadillo, una ensalada y una copa de vino. Uno de los emblemas del local son los bocadillos, realizados con diferentes tipos de panes: coca de vidre, focaccia, pan gallego... No falta el clásico jamón de jamón ibérico ni el de tortilla a la francesa, pero hay algunos más sofisticados, como el de butifarra con calçots o el de envuelto de cordero. Sus precios van de los 4 a los 12 €. También se pueden tomar ensaladas, como una escalivada, o tapas (bravas, patatas estrelladas, quesos...).

Mecanismo fast food

El restaurante funciona como un clásico fast food, en el que el cliente hace su pedido personalmente a la caja y después se le sirve en función de su número. Ahora está por ver si los clientes apreciarán este modelo, y si la combinación entre calidad, salud y precio resultará sostenible. Según sus impulsores, si se consigue impulsar una franquicia y preparar los productos para un nombre suficiente de establecimientos, el modelo funcionará.