La sequía complica todavía más la situación en medio de la crisis energética. La falta de reservas en los embalses obligará a la compañía Endesa a detener la producción de electricidad en la central hidroeléctrica de Mequinenza (en Aragón), una de las mayores de la península, que no ha parado nunca desde que se inauguró en 1996. El paro se hará a mediados de noviembre, ya que el embalse se encuentra por debajo del 23% de su capacidad, el segundo peor registro de la historia de este pantano. Además, si no llueve, también se podrían parar las centrales de Talarn y Gavet de la Conca, en el Pallars Jussà, y las de Puente de Montañana y Escales, en la Ribagorça. Este año se ha generado un 32% menos de energía que la media de los últimos 10 años y habría que remontarse en 1989 para encontrar una producción tan baja.

Cae la producción de energía hidroeléctrica por la sequía

La sequía de este año ha provocado una caída en picado de la producción hidroeléctrica en las centrales de Endesa. El jefe del centro de producción de la compañía al conjunto de la península, Ángel Garcia, ha explicado en una entrevista a la ACN que la situación parte del año pasado, que ya fue seco, pero gracias a las reservas de los embalses se pudo concluir de forma "correcto". Este año no ha llovido y ha habido un invierno especialmente seco, condiciones que han derivado en la caída de reservas y han motivado que sea uno de los peores años de la serie histórica. Si la comparativa se hace con el año pasado, el descenso también es acentuado, con cerca de un 15% menos de energía generada en las centrales que la compañía tiene en la demarcación de Lleida y un 13,2% con todas las que gestiona en Catalunya, que son una sesentena, pero la gran mayoría, una cincuentena, se encuentran en las comarcas de Ponent, el Alt Pirineu y Arán.

La producción baja a la mitad en el interior de Catalunya

De la misma manera, las centrales de las cuencas internas de Catalunya que gestiona Endesa han sufrido una caída de la producción del 51,8% respecto de la media. En la demarcación de Lleida, las que más han bajado producción han sido las de la cuenca del Segre, con un 53,5% menos con relación a los últimos 10 años, y un 41,9% menos que el año 2021. Por todo ello, según Ángel Garcia, si en los próximos días o semanas no se revierte la situación de sequía con la llegada de lluvias abundantes, se verán obligados a detener la actividad en algunas de las centrales donde se llegue al mínimo de capacidad de utilización de los embalses donde se encuentran. Estudian hacerlo a las centrales de Talarn, Gavet de la Conca, Escales y Pont de Montanyana, pero donde ya está claro que la actividad se detendrá es en Mequinenza por primera vez a la historia. Y es que la situación de este embalse de la cuenca del Ebre es crítica, por debajo del 23% de su capacidad, con 344 hectómetros de los 1.533 en total.