La gran empresa se planta y dice la suya sobre los "temas candentes para la economía catalana". A pocas horas para que se constituyan las Corts españolas y se ponga en marcha la legislatura -y con la investidura a la vista-, parte del empresariado explica sus preocupaciones económicas a las administraciones. Según un estudio de PwC, basado en una serie de entrevistas a un centenar de empresarios catalanes de renombre, el empresariado rechaza la inestabilidad política, la falta de presupuestos, las dificultades del sector trabajo y apuntan también las adversidades exteriores, como el brexit, el sector del automóvil y la situación global de desaceleración económica. Con todo, hay diversidad de opiniones sobre los efectos del renombre "fuga de sedes" y sobre cómo se tendrían que gestionar las infraestructuras.

El informe, presentado en un acto en la sede de la patronal Foment del Treball, ha contado con la presencia del presidente de la patronal, Josep Sánchez Llibre; la ministra de Economía, Nadia Calviño; la consellera de Empresa y Conocimiento, Àngels Chacón; el presidente del Círculo de Economía, Javier Faus; el presidente de PwC, Gonzalo Sánchez y el socio director de PwC Catalunya, Ignacio Marull.

En el acto también ha asistido la delegada del Gobierno, Teresa Cunillera, y el presidente la Fira de Barcelona, Pau Relat. Aunque parte importante del empresariado catalán no estaba representada, como la Cambra de Comerç o las patronaes Pimec y Cecot, entre otras. 

"La economía catalana se está resintiendo de la desaceleración global pero todavía hay indicadores que apuntan que Catalunya tiene puntos fuertes que puede poner en valor", ha aseverado Marull, quien ha expuesto las conclusiones del informe. Uno de los datos curiosos es la diversidad de opinión entre el empresariado sobre los posibles efectos de los traslados de sedes sociales de algunas empresas fuera de Catalunya durante el 2017. Según el estudio, "no hay una opinión unánime a la hora de analizar las consecuencias. Mientras que una parte de los empresarios considera que sólo tiene un efecto estético, otros aseguran que afectará a la inversión a largo plazo".

Entre los directivos participantes en el estudio encontramos a Amancio López (Hotusa), Antonio Zabalza (Ercros), Carles Navarro (BASF), David Vila (Renta Corporación), Eloi Planes (Fluidra), Enric Crous (exconsejero delegado de Cacaolat y Damm), Fabrice Ducceschi (Adam Foods), Félix Navas (Hoteles Catalonia), Hugo Serra (Catalana Occidente), Javier Sánchez Prieto (Vueling), Jordi Mercadé (Miquel y Costas), Jordi Miarnau (Comsa), Jordi Morral (Europastry), Jaume Alsina (Grupo Alimentaria Guissona), Josep Martínez Vila (Saba), Josep Mateu (RACC), Juan Jesús Domingo (Memora), Juan Molins (Cementos Molins), Laura Ros (Volkswagen), Luís Elias (Planeta), Luís Seguí (Miura), Mario Rovirosa (Grupo Ferrer), Raúl Díaz (Indukern), Tobías Martínez (Cellnex) o Xavier Pujol (Ficosa), entre muchos otros. 

Con todo, en el que sí que coinciden el 75% de los empresarios es en "la necesidad de una mayor seguridad jurídica y estabilidad política para conseguir el retorno de las sedes sociales de estas compañías". En este sentido, el estudio asegura que el empresariado reclama estabilidad política con el fin de poder sacar todo el potencial de crecimiento de la economía catalana, y "evitar que el actual contexto de desaceleración de la actividad vaya a más".

Otra de las críticas plasmadas en el informe es las infraestructuras "que no llegan", como el Corredor Mediterráneo, las mejoras en Rodalies o el desdoblamiento de la N-II, entre muchas otras. "Hay un déficit claro en infraestructuras en Catalunya de 28.000 millones", ha asegurado Marull, "y sobre la gestión, no hay opinión clara de cómo se tendría que hacer, si bien algunos empresarios consideran que sería mejor que fueran gestionadas por Catalunya mismo".

Pero el estudio no es del todo negativo. Los empresarios entrevistados consideran que la apuesta por la exportación que realizaron sus compañías durante la última crisis financiera las sitúa ahora en una posición de mayor fortaleza ante una posible desaceleración de la demanda interna. Además, destacan que Catalunya tiene una "situación geográfica privilegiada y un gran potencial para seguir siendo la primera economía de país", pero también creen que hace falta recuperar la estabilidad política y generar confianza.

Por otra parte, se muestran muy preocupados por el empleo y por el hecho de que el mercado laboral en Catalunya siga sin recuperar un tercio de los puestos de trabajo que se destruyeron durante la crisis económica.

"Hacer empresa es hacer país"

La consellera de Empresa y Conocimiento, Àngels Chacón, ha repetido la frase que últimamente es su himno: "Hacer empresa es hacer país". Lo ha dicho en un clamor para instar al Estado, el gobierno catalán y el empresariado a apostar por el tejido productivo de Catalunya, y asegurando que "desde el departamento hacemos un gran trabajo en atracción de talento e inversiones".

Además, como ya ha dicho en otras ocasiones, la consellera ha reivindicado que "no nos tienen que hacer escoger entre la defensa de los derechos y libertades a Catalunya y nuestra economía productiva. Porque hacer empresa también es hacer país", ha remarcado.

Calviño se apunta al discurso

La ministra de Economía y Empresa en funciones, Nadia Calviño, ha defendido impulsar el tejido productivo catalán para que juegue "el papel a que le corresponde" en España, pero ha pedido un entorno de estabilidad para hacerlo. "Sólo hace falta que el contexto político nos acompañe proporcionando un entorno de estabilidad que favorezca el crecimiento porque la inestabilidad política y la incertidumbre que viene asociada es perjudicial al clima de negocios", ha valorado Calviño.

Ha remarcado que la estabilidad es necesaria para atraer inversiones y generar empleo y riqueza, además de servir para impulsar "proyectos ambiciosos de reforma" como los que quiere liderar el Gobierno de Pedro Sánchez.

La co-capitalidad de Faus

Por último, el presidente del Círculo de Economía, Javier Faus, ha abogado por la co-capitalidad de Barcelona y Madrid, un modelo, dice, "que ya fue polémico cuando lo propuso Pasqual Maragall", y que asegura que sería beneficioso para todo el mundo. "Sabemos que el tema de la marca Barcelona preocupa los empresarios, pero como dijo Maragall en su momento, Madrid se está marchando, porque está centralizando las inversiones en una región concreta".

En este sentido, Faus ha criticado que "estamos creando un Madrid DF, cosa que consideramos que no es lo mejor ni para Barcelona ni para España. Nosotros creemos que Barcelona es la cocapital de España, pero no estamos sacando provecho porque tenemos puerta abierta al mediterráneo y hace años que eso no se aprovecha". Así pues, "en España le interesa el modelo alemán, distribuir los beneficios y no reservarlos sólo a una sola zona como Madrid, y eso seguramente ayudaría también a solucionar el conflicto político".