La firma osonenca 0% Gluten prevé dar un salto cuantitativo importante en los próximos tres o cuatro años y, ahora mismo, algunas de las propuestas que tienen sobre la mesa de inversores interesados en establecerse como franquicia no sólo son de Catalunya y el Estado, sino que también les han llegado ofrecimientos de Israel, México o Chile. Su responsable, Francesc Altarriba, espera cerrar en el 2018 habiendo llegado al millón de euros de facturación.

La selección de las materias primas y el respeto por los tiempos tradicionales de elaboración son dos de los elementos fundamentales para poder elaborar un buen pan. Así lo ha señalado el responsable de 0% Gluten, Francesc Altarriba, quien ha explicado que cada una de las tiendas de la franquicia dispone de un obrador que produce todo tipo de productos frescos de panadería, pastelería y brioxeria para personas celíacas o que sufren intolerancia en el gluten. Nacido en una familia de panaderos, Altarriba empezó con un establecimiento propio que se abrió a Vic a finales del 2016, y desde entonces ya se han abierto franquicias 0% Gluten en Granollers, Olesa de Montserrat, Sant Cugat del Vallès y Madrid.

Y es que sólo en Catalunya hay en torno a 75.000 personas celíacas, pero este no es el único público objetivo de los establecimientos 0% Gluten. El suyo responsable, Francesc Altarriba, ha explicado que se garantiza que los productos que se venden en las tiendas y se consumen son libres de gluten, pero también quieren que los familiares y amigos de los celíacos los puedan acompañar a hacer|tomar un café o comerse un bocadillo. "Nos gusta decir que tenemos un local inclusivo", ha señalado el responsable al ACN.

Cada día se elaboran 'in situ' panes, magdalenas, brioches o melindros con harinas propias y con la garantía de que no habrá contaminación cruzada. Precisamente, uno de los factores clave que permite garantizar que los productos no contienen gluten es el obrador propio que hay en cada tienda. "Hacer pan sin gluten en una fábrica central y distribuirlo por todo el país, nos hubiera convertido en un operador más en el mercado", ha destacado. Además, la calidad de un producto que viaja "nunca mejora, sino que merma". De familia de panaderos, Francesc Altarriba sabía que optar por un producto fresco y recién hecho los ayudaría a posicionar mejor ante los competidores. Y decidió que el modelo idóneo para expandir su idea de negocio era el modelo franquicia.

La de Vic fue la primera tienda que abrieron y la idea era utilizarla de modelo para ir expandiendo el negocio y utilizar el establecimiento también como centro de formación para las otras franquicias. Con el tiempo, sin embargo, y las tiendas abiertas ya de Granollers, Olesa de Montserrat, Sant Cugat y Madrid, se han dado cuenta de que las formaciones son mucho más provechosas si se hacen en el mismo local.

De cara el mundo

Sin prisa, Francesc Altarriba quiere ir expandiendo el negocio en los próximos años. Aunque hay aperturas previstas por este 2018, el salto importante calcula que se hará en tres o cuatro años. "El modelo tiene muy buena acogida", ha señalado. La expansión se plantea a través del formato franquicia con la idea inicial de ir expandiéndose por todo el estado español. "Tenemos muchas solicitudes, y ahora nos encontramos en la fase de selección, de encontrar buenos locales y buenas ubicaciones", ha explicado el responsable de 0% Gluten. La inversión inicial está entre 130.000 y 140.000 euros por locales de unos 150 metros cuadrados, donde poder meter tanto el obrador como la zona de degustación.

También se busca un tipo de franquiciado determinado, "que sea muy sensible a este tipo de alimentación, que sea honesto y que tenga pasión". En general, los locales son lugares "queridamente agradables", con una decoración nórdica, minimalista. Entre el equipo propio y los franquiciados, hay 35 personas trabajando a 0% Gluten.

Aunque la idea inicial era expandir el modelo por Catalunya y el estado español, han visto que fuera de este territorio no existe como tal y no descartan también expandirse en otros lugares con propuestas que ya les han llegado de Israel, México o Chile. "La celiaquía es muy minoritaria, pero es una necesidad social", ha apuntado a Francesc Altarriba.