La compra de Twitter por parte de Elon Musk sigue trayendo cola. Este lunes el multimillonario ha vuelto a amenazar con no comprar la compañía porque no ha recibido de la empresa la información que él requirió sobre las cuentas falsas y el spam. A través de una carta dirigida a la compañía, Musk ha acusado a la actual directiva de Twitter de estar resistiéndose y frustrando esta entrega de información, lo que según él supone un "claro incumplimiento material" de los términos del acuerdo de compra. A consecuencia de estas diferencias, Musk alega que "se reserva todos los derechos que de aquí se derivan, incluido el de no consumar la transacción." A las 10.25, hora local en Nueva York, poco después de la apertura de Wall Street, las acciones de Twitter se depreciaban un 4,13%. La carta, en unos términos muy duros y firmada nominalmente por su abogado, motivo por el cual Musk es citado en tercera persona, insiste en varias ocasiones en que Twitter "ha rechazado proveer la información que el señor Musk ha solicitado repetidamente desde el 9 de mayo".

En este escrito sostiene que el comprador "tiene que tener un entendimiento total y exacto del núcleo mismo del modelo de negocio de Twitter: su base de usuarios activos. En cualquier circunstancia, el señor Musk no tiene por qué ofrecer explicaciones de sus argumentos para requerir estos datos, ni doblarse a las nuevas condiciones que la compañía ha tratado de imponer en su derecho contractual a estos datos solicitados". Desde que anunció su intención de comprar la compañía, Musk ha mantenido desde el principio de toda la operación que los bots, cuentas automatizadas que transmiten spam, eran uno de los principales problemas de Twitter, con el de la libertad de expresión, que según él está coartada por la política actual de la empresa. Por su parte, la compañía mantiene que las cuentas spam no suponen más del 5% del total de cuentas activas en Twitter, un dato que Musk siempre ha puesto en duda, sugiriendo que eran muchas más, un argumento que algunos analistas han explicado como un intento de rebajar el precio final de compra de la compañía.

Despido de trabajadores en Tesla

Hace solo unos días Musk volvía a ser protagonista por la filtración de unos correos electrónicos en los cuales aseguraba que tenía un mal presentimiento sobre el futuro de la economía mundial y que tenía planeado despedir a un 10% de los trabajadores de su empresa Tesla, que junto con otras compañías lo han convertido en el hombre más rico del mundo. En este correo, al cual ha tenido acceso Reuters, asegura que, a partir de su sospecha, cree que en la empresa sobra gente, concretamente 10.000 trabajadores que representan un 10% de los 99.920 totales. El asunto del correo electrónico es "pausa en las contrataciones": no parece entonces que aquellos que quieran empezar a trabajar se puedan hacer un agujero. Ante la polvareda que levantaron sus declaraciones, que provocaron que la empresa perdiera ayer un 9,22% de su valor en la bolsa con respecto al día anterior, Musk se ha apresurado a rectificar sus palabras, e indicando que solo despedirá a un 10% del personal de oficinas, y no de toda la empresa. El canal de comunicación de este anuncio también fue el correo electrónico, en este caso enviado a todos los empleados de la compañía y no únicamente a los directivos, el hombre más rico del mundo ha hecho marcha atrás y ha detallado que los recortes solo afectarán determinados departamentos. Según la CNBC, cadena norteamericana, Musk reducirá el 10% el personal de oficina, ya que algunas áreas, cruz, tienen una plantilla excesiva: "Eso no afectará a nadie que esté montado coches, paquetes de baterías o instalando paneles solares", ha detallado Musk.