Nuevo golpe a la economía española. Después de que la Comisión Europea dejara ayer en evidencia al ejecutivo en funciones de Pedro Sánchez, rebajando las previsiones de crecimiento de la economía española cuatro décimas, los datos del INE publicados hoy sobre la creación de sociedades mercantiles evidencian la desaceleración de la economía española. Según el INE, la creación de empresas en el Estado ha caído un 1,6% este mes de septiembre, registrando la peor cifra de los últimos ocho años, y con respecto a la disolución de sociedades, ha aumentado por término medio un 13,6% en comparación con el mismo mes del año pasado. Catalunya, sin embargo, es la tercera comunidad donde más empresas se han creado, y está muy por debajo de la media de disoluciones empresariales.

De hecho, las comunidades con un mayor número de empresas creadas en septiembre han sido Madrid (1.301), Andalucía (1.025) y Catalunya (946). A pesar de estar donde más empresas se han creado, estas 1.301 empresas representan un 6,1% menos de los creados el mismo mes del año anterior; por el contrario, el número de sociedades disueltas este mes ha aumentado un 23,9%, hasta las 430, siendo la comunidad donde más empresas han desaparecido. Por su parte, Andalucía sigue Madrid también en disolución de sociedades, con un total de 185 extinciones, un 3,9% más que el año pasado. Con todo, Catalunya resiste, alcanzando un aumento del 9,2% en sociedades creadas, y rebajando las disueltas respecto de septiembre del 2018, con un total de 67 sociedades, lo que supone un 8,2% menos.

 

El ranking de sociedades disueltas lo encabezan Madrid, Andalucía, como se explica al gráfico, y también el País Valencià, que con 130 extinciones alcanza un 62,5% más de disoluciones que el mismo mes del 2018. Por el contrario, las que registran a menos sociedades disueltas son Navarra (3), La Rioja (4) y Extremadura (11).

 

 

Estos datos llegan justo después de la estocada de Europa a la economía española, en qué justo tres días antes de las elecciones, rebajó cuatro décimas su previsión de crecimiento, hasta el 1,9% para el 2019 y hasta el 1,5% para el 2020, en ambos casos por debajo de las proyecciones más recientes de la ministra en funciones, Nadia Calviño. Los datos evidencian la desaceleración -no sólo a España sino a nivel global- y también la caída de confianza empresarial.

Con todo, parece que el ejecutivo español no se da por vencido. Calviño respondió ayer a las proyecciones europeas diciendo que la Comisión Europea "no ha tenido en cuenta" los datos de crecimiento de la contabilidad trimestral entre julio y septiembre ni los datos de afiliación en la Seguridad Social de octubre. "Para que la economía española cerrara 2019 con un crecimiento inferior al 2%, tendríamos que estar viviendo una realidad que no se corresponde en absoluto con los indicadores", explicaba.