"La economía catalana ha recuperado con fuerza la senda de crecimiento económico", ha asegurado el presidente de la Cambra de Comerç de Barcelona, Miquel Valls, durante el tradicional encuentro de Navidad en la Casa Llotja de Mar, desde donde también ha aprovechado para presentar los principales resultados de la Encuesta de Perspectivas Empresariales de 2017 realizada a 1.057 empresas catalanas de un total de 50.500 europeas. En base a las previsiones, la economía catalana registrará un crecimiento del PIB de al menos un 2,7% gracias al impulso de las ventas interiores, las exportaciones, la inversión y el volumen de negocio.

Valls se ha mostrado "moderadamente optimista" pero convencido de que "el ciclo ascendente llegará en 2017". En este sentido, los empresarios catalanes prevén una mejor evolución en el año entrante que en el saliente en prácticamente todas las variables analizadas con la excepción de la ocupación que se espera que se mantenga constante. En el caso concreto de las ventas catalanas, se prevé alcanzar el saldo más elevado desde el año 2007 coincidiendo con el estallido de la crisis descartando así una posible desaceleración de la marcha de negocios. Más ventas que se traducirán también en más inversión: así, el 23% de los empresarios esperan aumentar la inversión en el 2017 frente al 9% que prevé disminuirla. "Nuestra economía está saliendo con más fuerza que la mayoría de europeas", ha añadido el presidente de la Cambra.

Ante las buenas perspectivas y oportunidades, también acostumbra a haber amenazas o en cualquier caso, condicionantes. Para los empresarios catalanes, hay tres factores que pueden limitar la actividad económica durante el 2017: la demanda nacional, los costes laborales y el precio de la energía y las materias primas. En última instancia y justo antes de felicitar la Navidad a todos los presentes, Valls se ha mostrado confiado en que se conseguirá sacar adelante tanto los presupuestos españoles como los catalanes. Y es que la aprobación de las cuentas "dará tranquilidad a los inversores internacionales". Buen año, buenas perspectivas, pero al fin y al cabo, más vale optimismo moderado.